Ermita de Santa Maria del Mar o del Collet

La actual ermita de Santa Maria del Mar, resto de un antiguo priorato de monjas benedictinas, se emplaza en el antiguo barrio pesquero de Sant Antoni de Calonge, sobre una colina conocida como el Collet. El conjunto se encuentra en el lado derecho de la carretera C-253, que va de Palamós a Sant Antoni de Calonge. Bajo la colina existe un aparcamiento.

En la colina del Collet hay abundantes restos arqueológicos, en particular una gran villa romana, dedicada a la producción cerámica. La documentación que menciona la existencia de una iglesia en el lugar se remonta al siglo xiii. En 1241 se mencionan como procuradores y administradores la priora Rupiana y su hermano Ramon. A lo largo de los siglos xiii y xiv se conoce la relación de nombramientos de prioras, que gobernaban esta pequeña celda monástica, vinculada al monasterio San Daniel de Girona. En 1360 se recurrió al obispado para erigir un altar dedicado a san Antonio, del cual, probablemente, derivó el topónimo actual de la población, que creció resguardada bajo la loma del Collet cuando disminuyó el peligro de la piratería.

En 1393 el priorato fue autorizado a recaudar limosnas en vista de fortificarse. Sin embargo, el lugar fue quedando cada vez más pobre y con menos religiosas, y en las rentas posteriores a 1423 ya no consta que estuviera habitado, aunque seguía dependiendo de San Daniel En el siglo xvii el conjunto fue definitivamente abandonado, y más tarde se construyó una masía, modernamente transformada en un chalet de lujo, que en la actualidad se encuentra en estado ruinoso y es de propiedad municipal. Se han realizado diversas excavaciones y sondeos en la zona, sin encontrar más presencia medieval de la que ya se conoce.

El templo es de planta muy simple, con una única nave cubierta por tres tramos de bóveda de arista, y un ábside semicircular que cubre con una bóveda de cuarto de esfera apuntada. El ábside conserva restos muy escasos de decoración mural, en la que puede distinguirse un personaje nimbado, quizás con alas, elaborada en tonos rojos y blancos. El acceso al interior del templo se realiza por una puerta situada en la fachada occidental, y hay otra pequeña entrada en el costado sur, que da paso al antiguo claustro del priorato, del que quedan varias arcuaciones de perfil apuntado. Una sencilla espadaña sobre el testero occidental corona el edifico.

Solo la cabecera de la iglesia es obra de época románica, y ciertamente tardía. Dispone de un aparejo de sillares de tamaño medio, bien escuadrados y dispuestos en hiladas horizontales, que trunca solamente una ventana de doble derrame, aunque adintelada; debe fecharse probablemente ya en el siglo xiii. El resto del edificio es claramente posterior. Hay unas obras documentadas en el conjunto durante el siglo xv, pero parece más probable que su aspecto definitivo se corresponda con una intervención ya de época moderna.

Texto y fotos: ANA VICTORIA PAUL MARTÍNEZ

Bibliografía

Aguelo i Mas, X., 2010, I, pp. 309-312; Aymar i Ragolta, J. et alii, 2005, pp- 64-65; Catalunya Romànica, 1989, VIII, pp. 187; Marquès i Planagumà, J. M., 1996a, pp. 35-67; Marqués i Planagumà, J. M., 1996b, pp. 69-100; Pedret i Rodés, J. y Santamaria i Tirri, P., 2006, I, pp. 307-309.