Castillo de Alsamora
SANT ESTEVE DE
Castillo de Alsamora
El villaje de Alsamora, situado a 4 km del estrecho de Mont-Rebei, mantiene en su vertiente más occidental una de las torres de vigilancia que mejor se conservan en Cataluña. Ubicada en la parte alta del pueblo, desde la torre se divisa una amplia panorámica de toda la Conca de Tremp y de los castillos de Girbeta y Viacamp. Para encontrar el lugar, se debe partir de Sant Esteve de la Sarga en dirección a Puente de Montañana, y tomar el primer desvío a la izquierda que conduce directamente al pueblo de Alsamora.
El lugar es mencionado por primera vez en 1038 como uno de los límites del alodio de la Fabregada ipsa termine de Alçamora, en la donación que Ramon iv de Pallars Jussà hizo a Bertran Ató. La fortaleza probablemente vivió su momento álgido durante el mandato del conde Ramon V.
Son pocos los restos conservados del que fue el recinto del castillo de Alsamora; en cambio, la torre de vigía se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos de la comarca. En 2010 fue objeto de distintos procesos de reforma en los que se tapió la abertura por la que se accedía al interior y se reforzó la puerta original, situada a 4 m de altura. La torre, que mide 15 m, se encuentra dividida en cuatro compartimentos, incluida la parte baja. Con una altura entre 3 y 4 m, el nivel inferior está cubierto por una falsa cúpula que fue utilizada como suelo del primer piso. Los primeros 5,5 m conservan un recubrimiento exterior del que se desconoce hasta que altura podía llegar. A la altura del tercer piso se abre una aspillera a levante que posiblemente tuviera su equivalente en el lado occidental, hoy agujereado. En la parte este, se abren dos ventanas al nivel del cuarto piso, resueltas con arco de medio punto. Por el tipo de torre, es posible que hubiera aberturas en los cuatro lados para tener una visión más amplia de todos los ángulos, y no es arriesgado pensar que estuvieran acompañadas por troneras de madera.
El recinto castral, tiene una longitud de 16 m y mantiene vestigios de muralla en los lados norte y sur. Su perímetro defensivo, termina al extremo con una pared en ángulo recto. Bajo la roca donde se asienta el castillo y por el lado occidental se cobija el pueblo, formado por una sola calle y por casas apiñadas; de este modo se genera un recinto de cierre desde la posición dominante de la torre. Esto permitía a sus habitantes tener solo dos puntos de acceso al poblado desde oriente y occidente. Este sistema defensivo es una forma común de encastillamiento que se puede encontrar en otros lugares, como Castellnou del Montsec.
El paramento está realizado a base de un sillarejo bastante regular, dispuesto en hiladas uniformes y de tamaño reducido. Por el contrario, el recubrimiento exterior de la parte baja, se presenta con hiladas desiguales. Por sus características constructivas se puede fechar esta torre a finales del siglo x o inicios del siglo xi.
Sarcófago
Otro elemento que despierta interés es el sarcófago hallado en los alrededores del castillo y hoy exhibido en la entrada del pueblo. Se trata de un sepulcro exento, con forma antropomórfica que recuerda a un buque o una bañera. Mantiene ambos lados prolongados en curva y los más cortos en línea recta. Sus medidas son 201 cm de largo por 86 cm de ancho y las paredes laterales miden 11 cm. Su altura exterior es de 50 cm y su profundidad supera los 30 cm. La realización de esta obra, común en otros lugares como en Sant Pere de Molanta, se puede situar durante los siglos xii y xiii.
Textos y fotos: Daniel Altisent
Bibliografia.
Bellmunt i Figueres, J, 1997-2000, I, pp. 29-31; Burón i Llorens, V., 1989, p. 195; Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI-II, pp. 1389-1390; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 450-451; Fité i Llevot, F., 1986, II, pp. 849-856; Fité i Llevot, F., 1993, pp. 74-77; Fité i Llevot, F. y González i Montardit, E., 2010, p.172.