Sant Pere de Aurós
LA GUINGUETA D’ÀNEU
Iglesia de Sant Pere de Aurós o Orós
La iglesia de Sant Pere de Aurós, se localiza en el extremo suroccidental del que fuera vecindario de Aurós, junto a la única casa que subsiste del mismo. A ella se accede desde Esterri d’Àneu, tomando el desvío a la entrada del pueblo que conduce a la central hidroeléctrica; tras cruzar el puente de esta, se sigue por la carretera vecinal que conduce a Unarre y Aurós.
Las primeras noticias sobre la iglesia no aparecen en la documentación hasta 1333, fecha en la que consta como parroquial, categoría que mantendrá hasta 1758. En 1786, debió de quedar incorporada como capilla a la casa de Aurós, y pasó a depender de la iglesia vecina de Unarre. A pesar de esta circunstancia, el hecho de que en 1805 todavía conservara pila bautismal y aceites, y que los habitantes de la granja de Aurós se siguieran enterrando en ella, demuestran que continuaba con culto.
El templo presenta una planta formada por una sola nave y un ábside semicircular. El paramento exterior de este estaba coronado por un friso de arquillos ciegos, realizados con piedra toba, que enmarcan unas losas semicirculares colocadas verticalmente. Estos arquillos descansan sobre unas ménsulas, algunas de las cuales incluyen rostros humanos. En la cabecera se abren dos ventanas de doble derrame, una en el centro, y otra, completamente cegada, en el lado sur, cuyas dovelas también son de piedra toba. El lienzo absidal fue exageradamente sobrealzado, de tal forma que la techumbre a doble vertiente, cubierta con losa de pizarra, cubre sin diferencia de nivel tanto el espacio absidial, como el de la nave. El aparejo utilizado en el paramento absidal está compuesto por piedras sin desbastar ni escuadrar, de múltiples tamaños y formas irregulares, dispuestas de manera poco ordenada. Aunque el material utilizado en los muros laterales de la nave sigue siendo muy tosco, su disposición algo más cuidada, intentando formar algo parecido a hiladas horizontales, pone de manifiesto que esta parte del templo fue enteramente rehecha en un momento posterior.
Ser ha situado la realización del ábside en siglo xii, datación que resulta difícil concretar más.
Pilas bautismal y benditera
En el interior se conservan una pila bautismal de piedra arenisca, monolítica, troncocónica, con el borde superior convexo, y una pila benditera, adosada al lateral sur, de similares características, pero con un soporte añadido en una etapa posterior, cuya datación podría situarse, no sin dudas, en los siglos xii y xiii.
Tablas laterales de altar
Procedentes de la iglesia de Sant Pere de Aurós, el Museu Nacional d’Art de Catalunya conserva en sus reservas dos tablas de madera policromada (MNAC 3906 y 3907) que formaban parte de la decoración lateral del altar e ingresaron con la colección Plandiura en 1932. Se trata de unas tablas cuadradas de madera de pino o chopo, que miden 80 x 80 cm cada una y con similar composición temática. Ambas presentan fondo rojo y un clípeo ocre, sostenido por cuatro ángeles, uno en cada enjuta, que van vestidos con idénticas túnicas verdosas; el interior del círculo, alberga la figura principal sobre fondo azul egeo.
La tabla con el número de identificación 3906, muestra la figura de san Pablo, identificado por la inscripción pavlo apostolvs, por su atributo habitual, la espada, que sostiene con la mano derecha y por su alopecia. Está sentado sobre un cojín ocre que descansa sobre una arcada blanca, viste túnica verde pino y manto togado rojo. Unos ángeles sostienen el clípeo en el que se encuentra el santo; los superiores se muestran ladeados, pero mirando hacia el centro, mientras que los de la parte inferior están semiarrodillados y de espaldas, mirando ambos hacia el exterior. Sus facciones y peinados presentan sutiles diferencias.
La tabla número 3907 presenta algunas diferencias con respecto a la anterior, visibles en la posición de los ángeles, que en este caso convergen con sus miradas hacia el centro. La figura central, identificada, como la anterior, por la inscripción petrvs apostol(v)s, representa a san Pedro con los atributos de obispo, sentado sobre parecido cojín, con la diferencia del color del banco arqueado, que en este caso es rojo; viste alba blanca, dalmática verde, con decoración romboidal y ribeteada en ocre, casulla roja y palio arzobispal ocre; se cubre con la mitra y sostiene un báculo acabado en forma de cabeza de animal, con la mano izquierda, mientras que con la derecha está en actitud de bendecir; llama la atención el calzado con decoración romboide y puntos rojos.
Las características estilísticas de ambas piezas ponen de manifiesto su escasa calidad y la frontalidad de las figuras protagonistas, mientras que los ángeles intentan mostrar un cierto movimiento, que en el caso de las alas no se ha sabido resolver con acierto; llama la atención que, al contrario que san Pablo, la figura de san Pedro no va nimbada. En contraste, el san Pedro del registro central del frontal de Boí (MNAC 3912) presenta los mismos atributos de obispo, pero sí va nimbada.
Se le atribuyen parecidos estilísticos con el denominado baldaquino de Tost (MNAC 3905) que presenta el mismo diseño de círculo, con ornamentación de estuco, acompañado por enjutas, con la misma gama cromática, pero con la diferencia del personaje central, en este caso, Cristo entronizado, y los símbolos de los evangelistas en lugar de los ángeles de Aurós. Otro referente puede ser el baldaquino de Tavérnoles (MNAC 24060), con el mismo diseño y gama de colores en los fondos y vestimentas, con Cristo sentado sobre idéntico banco arqueado a los de Aurós, rodeado por cuatro ángeles que sostienen el clípeo, adornado con estuco.
Mientras algunos historiadores como Cook, Gudiol y Post las relacionan con las piezas ya citadas, Ainaud las adscribe a la corriente de los colores planos y Sureda encuentra parecidos con el maestro de Soriguerola.
Se han datado estas tablas en el segundo cuarto del siglo xiii.
Texto: Montse Jorba i Valero-Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Azucena Povill Espinós
Bibliografía
AA.VV., 1961, pp. 133-134; Catàleg, 1936, p. 64; Carbonell i Esteller, E. y Sureda i Pons, J., 1995, pp. 166-167; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 234-237; Cook, W. W. S., Gudiol i Ricart, J., 1950, VI, fig. 211; Cook, W. W. S., 1960, p. 24, lam. 34; Gudiol i Cunill, J., 1929, pp. 379-380; Moliné i Coll, E., 1982, pp. 333 y 377; Palau i Baduell, J. M., 2016, p. 131; Post, C. R., 1930-1966, pp. 288-289; Sureda i Pons, J., 1981, pp. 106, 166, 168 y 350-351; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., I, 1987-1990, p. 425.