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Vista general de Santa Maria de Colera

Identificador
17143_04_030
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.416150, 3.057720
Idioma
Autor
Carmen Ropero Mochales
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria de Colera

Localidad
Rabós
Municipio
Rabós
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria de Colera

Descripción

Iglesia de Santa Maria de Colera

 

La iglesia de Santa Maria se encuentra a unos 200 m al oeste del conjunto monástico de Sant Quirze de Colera, al cual evidentemente pertenecia este pequeño templo.

 

Una iglesia dedicada a santa María se menciona por primera vez en el acta de consagración de la abacial Sant Quirze, del año 1123. El texto del acta detalla como se trasladó al interior del templo monástico el altar de la iglesia mariana, para facilitar su reconstrucción. El edificio nuevo se consagraó en 1135, manteniendo su función parroquial en los dominios del cenobio. Más adelante, aparece en los nomenclátores de la diócesis de Girona del siglo xiv, citada como parroquia en el primer volumen y como capella sancte Marie, iuxta monasterii sancti Cirici, en el segundo. Ya en época moderna, tras la desamortiozación de 1835 se sabe que la iglesia se utilizó como establo, y en 1973-1974 fue objeto de obras de consolidación bajo la supervisión del arqueólogo Miquel Oliva i Prat.

 

En el mes de junio del año 2011 se llevó a cabo una actuación arqueológica en la iglesia con el resultado de la localización de la banqueta de cimentación del muro norte y del ábside. Además, se excavaron cinco enterramientos y se localizaron otros ocho. Durante el proceso aparecieron fragmentos cerámicos que se dataron hacia los siglos ix y x, y que confirmarían la preexistencia de una iglesia anterior a la actual.

 

Esta es un edificio de una sola nave, con ábside de planta semicircular que en el interior parece un tanto ultrapasado y más estrecho que la nave, la cual, a su vez, posee una longitud de 20 metros, mayor de lo habitual. Está cubierta por bóveda apuntada corrida, mientras que el ábside cubre con bóveda de cuarto de esfera y comunica con la nave por doble arco apuntado en degradación, formado por dovelas estrechas y largas, de buena factura, mientras que los soportes se elaboran con sillares de gran tamaño.

 

En el muro sur encontramos la puerta de entrada rectangular, que soporta doble arco de medio punto adovelado, en degradación, encerrando un tímpano sin decoración sobre un gran dintel monolítico. Las arquivoltas y el tímpano apoyan sobre unas impostas lisas en caveto. En el mismo muro podemos observar tres ventanas de doble derrame, adoveladas, una a cada lado de la puerta de acceso al templo y la tercera en la zona de levante. Otras dos ventanas, de las mismas características, iluminan el edificio a través de los muros del ábside y de poniente, respectivamente.

 

El aparejo es a base de piedra de esquisto de la zona, con la única excepción del dintel de la puerta que es de piedra arenisca. Cabe destacar su poca homogeneidad, alternando zonas de piedras de pequeño tamaño con otras de sillares grandes, formando hiladas regulares en las zonas altas de los muros. Dejamos constancia de que los muros laterales y el ábside están rematados por una cornisa en caveto que no aparece en la fachada de poniente. Dicha fachada y el ábside permiten observar fácilmente las zonas recuperadas gracias a las diferencias de aparejo apreciables a simple vista.

 

En el interior, se accede a la zona absidal por una pasarela de madera que permite observar los enterramientos descubiertos durante la mencionada intervención del 2012; también queda a la vista el pavimento primitivo del edificio. Del mismo modo, se aprecia el aparejo de las bóvedas a base de piedras pequeñas, apenas desbastadas y dispuestas en hiladas longitudinales a la nave y semicirculares en el ábside. El muro norte interior presenta un doble bancal de piedra adosado a su base.

 

Como conclusión, podemos afirmar que el actual edificio se levantó hacia el siglo xii, si atenemos a las características que presenta y que permite englobarlo en el grupo de las llamadas iglesias románicas rurales que proliferaron por el Noreste catalán entre el siglo xii y la primera mitad del xiii. No obstante, conviene recordar que hubo un templo anterior que, por los elementos localizados por la arqueología, podemos situar entre los siglos ix y x.

 

Texto: Montse Jorba i Valero - Fotos: Carmen Ropero Mochales– Planos: Maria del Carmen Olmo Enri

 

 

Bibliografía

 

Arnall i Juan, M. J., 1981-1982, p. 63; Badia i Homs, 1979-1981, II-Bpp. 173-174, 189-191; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, pp. 750-751, 754-755; Marqués i Planagumà, J. M., 1986; Moret, R. M. y Serna, E., 2006, pp. 6, 14-15, 28-29; Pons i Guri, J. M., 1964, pp. 53-55, 74.