Sant Julià de Cosp
Iglesia de Sant Julià de Cosp
La pequeña iglesia de Sant Julià de Cosp, sin culto, se encuentra sobre un peñasco en la sierra de Catllaràs, en el sector noroeste del municipio de les Llosses, a 1157 m de altitud. Para llegar al templo debe partirse de un desvío situado entre los kms 166 y 167 de la carretera C-26, y tomar la BV-4656 en dirección a Sant Jaume de Frontanyà. En el km 8, se toma la salida en dirección al Santuario de Oms y, al final de esta carretera, nace una pista hasta Llobateres, donde hay que dejar el coche y caminar unos 2 km.
Las únicas menciones que aparecen en la documentación histórica conservada de la parroquia de Cosp pertenecen a textos relacionados con la venta o donación de tierras localizadas en su demarcación territorial y no ofrecen, por tanto, ninguna información relativa a las condiciones de su edificación. Sin embargo, esta iglesia no fue reformada en época moderna –como fue habitual en prácticamente todas las iglesias románicas del municipio–, lo cual facilita la definición morfológica del edificio, tal y como fue construido en el siglo xii.
Sant Julià es una iglesia sencilla, de pequeñas dimensiones, que presenta una única nave cerrada con bóveda de cañón ligeramente apuntada, bajo una cubierta a dos aguas. Al Este, un arco presbiteral enmarca la abertura de un ábside de perfil semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera. A los pies, el edificio está coronado por un campanario de espadaña de doble vano.
En el exterior, el sector noreste presenta una muro de aproximadamente 2 m de altura bajo la zona del ábside y parte del espacio de la nave que realza la construcción y permite salvar el desnivel del terreno en que se asienta la iglesia.
La puerta de acceso se abre en la fachada sur, y se configura mediante una doble arcada de medio punto en gradación, formada por grandes dovelas bien pulidas, dispuestas radialmente. Junto a ella hay una ventana que, junto con la del ábside, constituyen las dos entradas de luz al templo. Ambas son de doble derrame y están formadas a partir de un arco de medio punto adovelado realizado con una piedra porosa y rojiza que las dota de cierta plasticidad en relación con la tosquedad de los muros. Éstos disponen de un aparejo de sillares de diferentes tamaños, sin pulir pero dispuestos formando hiladas regulares. Todos los muros carecen de ornamentación escultórica.
Sant Julià se encuentra en un estado casi de ruina. En el interior se ha levantado todo el pavimento y son visibles varias grietas –especialmente en las cubiertas– que alertan de su alto grado de degradación.
Texto y fotos: Margarida Muñoz Milán
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, X, p. 170-172.