Sant Grau de Albons
Ermita de Sant Grau
La ermita de Sant Grau se encuentra a unos 2 km al oeste de Albons. Para llegara a ella, debe salirse del pueblo por la comarcal GIV-6321, y luego, tras cruzar la C-31, seguir recto por una pista que, tras dar un pequeño rodeo, conduce directamente al templo, situado en un pequeño encinar.
No existe documentación sobre la iglesia, que se supone fue siempre dependiente de la vecina parroquia de Albons. El edificio románico fue objeto de una intervención importante en el siglo xviii, en la que se cambió su orientación y se destruyó el ábside primitivo. El acceso actual se realiza, pues, por el costado oriental, a través de una sencilla puerta adintelada fechada, por inscripción, en 1753; esta fachada va coronada por una pequeña espadaña, igualmente moderna. Un par de actuaciones de restauración, la primera tras la Guerra Civil y la otra ya en 1986, consolidaron el edificio y le dieron su actual aspecto.
El templo es un edificio bastante austero, de nave única y planta rectangular. En el costado occidental se conserva la antigua puerta de entrada, una abertura muy sencilla en arco de medio punto, adovelado con bloques de tamaño medio, bien tallados y bastante regulares. En la parte posterior de la misma fachada hay una ventana cruciforme de dimensiones reducidas. Hay otra ventana en el muro de mediodía, ya en arco de medio punto y con derrame doble.
La nave cubre con una bóveda de cañón ligeramente apuntado, en la cual se conservan restos del cañizo de la cimbra. En el arranque de la bóveda hay una cornisa en bisel, encima de la cual existe una línea de mechinales. En el sector occidental (la actual cabecera), el aparejo es a base de sillarejo de piedra caliza, apenas con bloques desbastados y sin pulir, aunque colocados en hiladas rectas.
En el exterior, el paramento es más irregular, combinando sillares rústicos de tamaño medio con otros más pequeños en la nueva fachada oriental, y hasta casi la mitad del muro de mediodía. Este muro continúa hacia la actual cabecera, enmarcando la ventana, con un paramento de sillares más pequeños pero mucho más regulares en tamaño y colocación, de factura románica. Los sillares más robustos y mejor escuadrados, modernos en labra y emplazamiento, se encuentran en las esquinas del templo. El paramento más basto del muro de levante y casi la mitad de los muros laterales es el correspondiente a la reforma de 1753, en la que se reutilizó parte del material original, como bien se puede apreciar comparando con el resto de la construcción.
Por las características del paramento y las estructuras conservadas, la fábrica original debe fecharse entre finales del siglo xi y principios del xii.
Texto y fotos: CONSUELO VILA MARTÍ
Bibliografía
Badia i Homs, J., 1977-1981, I, p. 87; Catalunya Romànica, 1984-1998, VIII, p. 163; Oliva i Prat, M., 1962, p. 83; Piñero i Costa, M. D., Bofarull i Gallofré, B. y Garriga i Terridas, P., 1983, pp. 32-33.