Castillo de Valldarques
COLL DE NARGÓ
Castillo de Valldarques (o torre de la Vila)
En el kilómetro 29,4 de la carretera L-511, de Coll de Nargó a Isona, se debe tomar una pista, en dirección sur hasta llegar a una casa, detrás de la cual arranca un sendero que debe recorrerse a pie y que, tras pasar al lado de una torre de alta tensión, baja por la ladera y conduce hasta la fortaleza.
A partir de la segunda mitad del siglo x aparecen en la documentación algunas noticias que hacen referencia al topónimo de Archas. En lo que respecta al castillo, es mencionado por primera vez, como Kastro de Arkes, en 1023. El término controlado por el mismo era posesión del obispado de La Seu d’Urgell y así se mantuvo hasta época moderna.
El castillo presenta una planta compuesta por unos muros perimetrales poligonales que se inician a partir de una torre circular, situada sobre un peñón rocoso. Esta última, de más de 10 m de altura y un diámetro en su base superior a los 6 m, es el elemento más destacable del conjunto. Contaba con, al menos, tres niveles, en el inferior de los cuales el grosor del muro alcanza unos 210 cm. La puerta de entrada, bastante alterada, se encuentra, como es habitual en este tipo de instalaciones militares, a cierta altura respecto de la base, a unos 6 m, en el frente sur. Aunque ha perdido algunas de sus dovelas, estaba formada por un arco de medio punto. Por debajo de ella se halla otra puerta a nivel del suelo, la cual es obra moderna. El piso superior está cubierto por una cúpula semiesférica. El aparejo empleado está compuesto por sillarejo irregularmente labrado y dispuesto en hiladas más o menos regulares. Todavía se conservan algunos mechinales.
Los escasos fragmentos conservados de los muros perimetrales están formados por una angulosa esquina en el sector septentrional y una estructura poligonal en el sur. La primera presenta una altura de unos 7 m y presenta varias aspilleras desde las que se controla el sendero de acceso. En la segunda, obra posterior a la torre, cuenta en su frente occidental con una puerta de arco de medio punto que se alza sobre el macizo rocoso. Estos muros perimetrales están realizados con un aparejo muy irregular que colocado de forma poco uniforme, aunque intentando formar hiladas.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Fernando Arnó García de la Berrera - Fotos: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1979, pp. 97-98; Baraut i Obiols, C., 1981, p. 90; Castells Catalans, Els, 1979, VI (2), p. 1250; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 188-189.