Sant Climent de Torogó
Iglesia de Sant Climent de Torogó
Al pueblo de Torogó se llega siguiendo la ruta indicada para La Torre de Tamúrcia y, pasada dicha localidad, tomando el desvío a la derecha. El pequeño lugar, de apenas media docena de habitantes en 2011, está situado a unos 973 m de altitud, en el valle del barranco homónimo.
Las primeras noticias sobre Torogó, citado como Torocone, Torrocone o Torochone, se remontan a 838, y están vinculadas al cenobio benedictino de Alaón, del cual la iglesia dedicada a san Clemente fue un priorato a lo largo del siglo x. En dicho año, como consecuencia de un acuerdo entre el abad Céntulo y Espanefreda, el cenobio adquirió la cuarta parte de la villa, junto a sus casas, límites y haciendas. Ya en el año 863, el abad Frugell y los monjes de Alaón adquirieron de manos de Barbald, Aguarn y Sisigern de Torogó una parte considerable de la villa heredada de su progenitor Egald a cambio de un caballo negro. Desde la primera mitad del siglo ix, en que se inicia el interés del monasterio por la propiedad de la villa, hasta el momento en que poseía la mayor parte de bienes y heredades del lugar, Torogó registró un considerable aumento de su importancia en la zona. Una de las primeras referencias históricas sobre esta iglesia es de una donación realizada en 975 por Endiscle, por medio de los manumisores Ximeno y Guifré, de la mitad de una viña situada en la Solana de Vilanova, en La Vileta, a favor de Sant Climent de Torogó. A mediados del siglo xi, la excesiva secularización del monasterio de Alaón marcó la progresiva decadencia del priorato establecido en Torogó, que desapareció de la documentación en el siglo siguiente. Mantuvo su condición como propiedad de la abadía ubicada en Sopeira hasta el siglo xix. Cabe la posibilidad que la iglesia de Sant Climent pasara a formar parte en el pasado del priorato establecido en Sant Pere de Masos de Tamúrcia, dependiente también de Santa María de Alaón.
La actual iglesia de Sant Climent es un edificio de una sola nave cubierta con una bóveda moderna de cañón de perfil rebajado, mientras que la cabecera está compuesta por un ábside semicircular cubierto por una bóveda de cuarto de esfera, el cual está precedido por un amplio tramo presbiterial cubierto con una bóveda de cañón. En el ábside se abren dos sencillas ventanas rectangulares de un solo derrame, una situada en el centro del paramento, y la otra en lo alto del lado sur. Una credencia cuadrada se encuentra en el lado meridional del presbiterio. La puerta, de época moderna, se localiza en el tramo occidental del muro norte. Corona la fachada oeste una pequeña espadaña, añadida, también en una reforma posterior del edificio. El material utilizado en los paramentos está compuesto por tosco e irregular sillarejo, dispuesto de manera desordenada.
Adell ha propuesto la posibilidad de que originariamente la nave tuviese unas dimensiones muy reducidas y una cubierta de madera, coincidiendo con el tramo actual cubierto con bóveda rebajada, respondiendo a una tipología arquitectónica propia de finales del siglo x y comienzos del xi. En cambio, de no ser así, estaríamos ante una pequeña iglesia realizada probablemente a lo largo del siglo xii, ampliada en una época posterior al añadirle un tramo de nave.
Texto y fotos: David Rico Tortosa
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 506-508.