EN EL LIBRO BECERRO de la catedral de Oviedo se dice que esta iglesia de San Miguel de Cofiño tenía un manso y que el capellán recibía todos los diezmos. La iglesia de San Miguel de Cofiño, construida en su mayor parte en estilo gótico, conserva varios vestigios románicos incrustados en su capilla mayor, por lo que es posible que en el mismo solar que actualmente ocupa este templo gótico de Cofiño hubiese existido anteriormente una iglesia románica. Los mencionados vestigios, que se caracterizan por su gran refinamiento formal, datan posiblemente del siglo XII y se relacionan especialmente con los monasterios de Santa María de Villamayor (Piloña) y San Martín de Soto (Parres). Entre estos restos románicos de Cofiño destaca una ventana, formada por dos arquivoltas semicirculares protegidas por un guardapolvo liso que reposan en dos pares de columnillas acodilladas. Las dos roscas se decoran en el intradós mediante dos boceles, aunque de éstas, solamente cuenta con ornamentación en el exterior la primera, que consiste en una sucesión de tetrapétalas con botón central. Los capiteles se decoran con motivos geométricos y vegetales, como hojas nervadas, acantos y volutas, y los cimacios mediante cintas que se enrollan. Bajo la ventana, se encuentra parte de un tejaroz o alero románico, decorado con billetes, que reposa sobre cuatro canecillos entre los que se colocaron metopas. Entre estos canes destacan dos, uno de ellos decorado mediante una testa zoomorfa, y el otro con una cabeza monstruosa que engulle una figura humana. Este últimoque hace alusión al hombre pecador que es devorado por su propia animalidad tiránica, se encuentra también en Santa María de Villamayor (Piloña) y en numerosos ejemplos del románico de la comarca de Villaviciosa. Al lado de la ventana y del alero mencionados, aparecen empotrados otros fragmentos románicos, entre los que destacan un capitel decorado mediante varios cuadrúpedos mordidos por serpientes y un canecillo similar al que engulle una figura humana, comentado anteriormente. Los vestigios románicos de San Miguel de Cofiño se relacionan con el monasterio de San Pedro de Villanueva y con algunos ejemplos del románico de Oviedo, como San Esteban de Sograndio. Varios repertorios escultóricos de los templos de la comarca de Villaviciosa aparecen también en alguno de los fragmentos románicos de San Miguel de Cofiño, pero la talla de estos últimos es mucho más preciosista. No obstante, los ejemplos más relacionados con Cofiño son los monasterios de Santa María de Villamayor (Piloña) y San Martín de Soto (Parres). Teniendo en cuenta el gran número de similitudes existentes entre estos cenobios construidos en el siglo XII y los restos románicos de Cofiño, estos últimos podrían datarse en la misma centuria. El templo se encuentra bastante dañado en el interior, aunque los restos románicos presentan un buen estado de conservación.