Santa Maria de Remolins
COLL DE NARGÓ
Iglesia de Santa Maria de Remolins
Cerca del kilómetro 26 de la carretera L-511, de Coll de Nargó a Isona, se debe tomar una pista a la izquierda y antes de llegar a un conjunto de casas, coger el desvío hacia Valldarques. Recorrido 1 km se ha de girar a la derecha para seguir por una pista que conduce al núcleo de Remolins. La iglesia se encuentra a 200 m, en un prado en dirección hacia el Este.
Una donación de 1076 de un alodio situado en Rivo Molins es la primera mención que se conoce del lugar. Poco más tarde, en 1081 otro alodio en Riumolins fue objeto de una nueva donación. A finales del siglo xv, Remolins aparece incluida dentro de las propiedades de los vizcondes de Castellbó.
Santa Maria de Remolins es un edificio que presentaba una planta compuesta por una alargada nave rectangular, una torre campanario a sus pies y una cabecera trebolada, formada por tres ábsides semicirculares, de los que sólo se conserva íntegramente el lateral septentrional, puesto que el sur ha desaparecido y del central, el de mayor tamaño, únicamente se preserva su mitad norte y la base del resto. Los paramentos absidales que están en pie son lisos y están coronados por una moldura biselada bajo la cornisa. Ambos espacios están cubiertos por sendas bóvedas de cuarto de esfera, de las que la del ábside principal, que se conserva en parte, arranca de una moldura biselada. En el lado oriental del absidiolo norte se halla una ventana, cegada por el exterior, de arco de medio punto. Unos arcos presbiteriales preceden a los dos ábsides, de los que el del principal está cegado por un muro de piedra. La nave se cubría con una bóveda de cañón, que conserva el arranque del lado septentrional, así como la imposta lisa que recorre su base. Dos arcos fajones apoyados en pilastras la reforzaban y determinaban dos tramos. Del muro sur de la nave solamente subsiste la parte inferior, que apenas alcanza los 2 m de altura. En el mismo, se encontraba la puerta de acceso, de la que se conservan las jambas. La esbelta torre campanario se alza en el flanco oeste, es de planta cuadrada y se comunica con la nave mediante una puerta de arco de medio punto peraltado situada en su muro este. En la parte superior del campanario, sus cuatro frentes están perforados por sendas ventanas geminadas cuyos arcos se apoyan en sendos capiteles trapezoidales sobre columnas y pilares. Sobre cada una de estas aberturas se sitúan sendos óculos tallados en bloques monolíticos de piedra toba. En la parte inferior del muro oriental de la torre se aprecia la huella dejada por la bóveda que cubría la nave. J.-A. Adell ha planteado que esta torre seguiría una tipología más próxima a modelos aragoneses, como Larrede u Oliván, caracterizados por presentar vanos solamente en su parte superior, que a ejemplos catalanes, si bien no descarta la posible inspiración en edificios más próximos, como Sant Climent de Coll de Nargó. Por su peculiar ubicación a los pies del templo, se puede poner en relación con la cercana Sant Martí de la Plana.
El aparejo utilizado en los paramentos de esta iglesia está compuesto por sillarejo toscamente labrado, dispuesto en hiladas más o menos uniformes, salvo en el ábside central, donde se utilizaron sillares de mayor tamaño, bien trabajados y escuadrados y cuidadosamente colocados en hiladas uniformes. En el absidiolo norte contrasta el uso de sillares bien trabajados en la bóveda con el rudo e irregular sillarejo de tamaños diversos empleado en su paramento exterior.
Se ha situado la edificación de esta iglesia a comienzos del siglo xii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Barral i Altet, X. 1981, p. 115; Castells Catalans, Els, 1979, p. 1250; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 192-193; Miret i Sans, J., 1916, docs. 111 y 122; Tragó, P., 1982, p. 38.