Identificador
31483_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Mercedes Orbe Sivatte
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Leyún
Municipio
Lizoáin
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
TRAS LA RESTAURACIÓN DEL TEMPLO en el año 2001, lo preside una talla de la Virgen (70 x 22 x 21 cm), que durante algunos años se guardó en la parroquia de Urroz Villa. Forma parte del cuarto grupo de imágenes derivadas del prototipo constituido por la pareja de Santa María la Real de Pamplona y la Virgen de Irache, junto con las tallas de Izco, Zolina, Ardanaz de Egüés, Yárnoz, Biurrun, Abárzuza y el Crucifijo de Puente la Reina. El parecido de este grupo con el modelo es mínimo y se reduce a algún detalle de la indumentaria, que sin ser relevante resulta significativo para determinar la conexión con el prototipo. La Virgen de Leyún sigue las pautas de las Sedes Sapientiae, es decir, una Virgen trono de Cristo, sentada, con la piernas en ángulo recto, en cuyo centro se dispone frontalmente el Niño. La rigidez que preside el conjunto alcanza a los brazos de María, que se extienden rectos para enmarcar al Hijo, prescindiendo de cualquier actitud de humanidad y cercanía. Nuestra imagen se caracteriza por una marcada estrechez, de manera que el canon que relaciona cada miembro con el cuerpo guarda proporciones apropiadas en cuanto a la altura, en cambio no lo hace en su anchura. María se viste con túnica, velo y manto abierto que cae sobre los brazos en recios pliegues concéntricos, muy ingenuos, que constituyen el elemento más directamente vinculado con los modelos. Algo más elaborados son los plegados de las piernas, que terminan en uves de cierta plasticidad, aunque no escapan a cierta confusión. Según observa Fernández-Ladreda, la sobretúnica fue erróneamente interpretada durante la restauración. Lleva en su mano derecha un globo y abre la izquierda para acoger al Niño. La talla ha sido restaurada en la segunda mitad del siglo XX, y los trabajos han afectado sobre todo a la policromía, a la corona y al Niño, totalmente de nueva factura, que bendice con la diestra y pone la mano sobre un orbe de mayores dimensiones, sujeto encima de su rodilla izquierda. La vinculación, ya lejana, de esta imagen con los modelos la sitúan en el siglo XIII.