Castillo de Castellgermà
SARROCA DE BELLERA
Castillo de Castellgermá
El despoblado de Castellgermà se encuentra situado a escasos 2,5 km al Noroeste de Sarroca de Bellera, desde donde se llega por la carretera N-260 en dirección El Pont de Suert hasta llegar a un desvío que conduce a la localidad de Xerallo, desde la que, a poco más de 700 m por la carretera que conduce a Les Esglésies, se ha de tomar un camino a la izquierda justo enfrente del acceso a un camping cercano.
De la escasa documentación conservada sobre el Castellgermà y su castillo, la más antigua se remonta a 1082, cuando el conde Artau I de Pallars Sobirà realizó una donación de bienes y honores de Santa Eulàlia de Castellgermà a favor de Santa Maria de Gerri. Posteriormente, hacia 1106, vuelve a citarse en una donación a Santa Maria de La Seu d’Urgell. Más adelante, en 1286, el conde Arnau Roger I y Arnau de Castellgermà donaron al cenobio de Gerri una serie de molinos de harina y batanes pertenecientes al castillo.
Llama la atención el mal estado de conservación de los restos del castillo. Tan sólo se adivina, de manera más o menos clara, la existencia de una antigua torre, de forma casi circular, en el extremo oeste de la roca que sirve de base a la construcción, así como las trazas de los muros perimetrales del espacio fortificado anexo en el extremo este. Dicho recinto lateral tenía un dibujo trapezoidal en planta de unos 10 m de largo por 14 m de ancho en su lado mayor, con la torre alzándose en el costado más corto, el de poniente. Los muros de toda la construcción presentan características bastante homogéneas, tanto en el grosor (aproximadamente 1 m) como en la disposición de hiladas ordenadas de piedra pequeña muy poco trabajada, a modo de sillarejo, rematada con mortero compacto de tierra y grava. Cabría destacar que los restos de muro sólo son observables parcialmente en la torre y básicamente en la zona sur de la construcción lateral, que forma un ángulo en su extremo este, prácticamente de noventa grados, aunque queda bastante oculto por la maleza y los arbustos. El lado norte está muy deteriorado y apenas quedan restos de paramento, así como en la zona noreste de la torre, muy deteriorada.
Si bien es cierto que el castillo de Castellgermà responde a una tipología concreta de castillo roquero muy presente durante toda la Edad Media en tierras catalanas, podría tratarse de una obra iniciada con anterioridad al siglo xi, por tanto previa a gran parte de las fortificaciones de frontera de realización posterior existentes en el condado de Pallars. Entroncaría, por consiguiente, con números castillos cercanos como el de Gilareny, así como con muchas de las abundantes fortificaciones de las comarcas del Penedés y Anoia.
Texto y foto: David Rico Tortosa
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1979, VI, 2, pp. 1394 y 1419; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 461-462; Puig i Ferreté, I. M., 1991, II, pp. 184-185; Rocafort i Sansó, C., s. d., p. 853.