Pasar al contenido principal
x

Relieve reaprovechado en el interior

Identificador
09219_03_008
Tipo
Fecha
Cobertura
42º 43' 34.49'' , -3º 5' 7.24''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin descripción
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Julián y Santa Basilisa

Localidad
Bozoo
Municipio
Bozoo
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL de Bozoo, levantada en sillarejo, es un templo de nave única con cubierta de bóveda de cañón apuntado sobre imposta de banda plisada en zigzag, articulada en cuatro tramos mediante arcos fajones que recaen en responsiones prismáticos, salvo en los tramos más orientales, donde las pilastras dejan paso a ménsulas. La primitiva cabecera fue sustituida por la actual, de trazas y formas góticas y desproporcionada respecto al cuerpo del templo. En el hastial occidental, rematado a piñón, se abre una ornamentada ventana -al estilo de los templos de Tartalés de los Montes, parroquial de Escóbados de Abajo y El Almiñé-, de transformado vano, compuesta de arco doblado de medio punto protegido por chambrana de cuatro filas de billetes. El arco interior, que ha perdido los capiteles sobre los que apeaba, muestra bocel en la arista, mediacaña y decoración de rombos incisos en la rosca, apeando en cimacios de rombos excisos y doble banda de zigzag que se continúan como imposta hacia el exterior. El arco externo aparece ornado con un estrecho y plano zarcillo y otro tema vegetal que podríamos interpretar como un peculiar y muy convencional árbol de la vida. Este arco apea en sendas columnas acodilladas rematadas por capiteles ornados con un águila en posición frontal con las alas desplegadas y una máscara de la que salen una serie de tallos, todo labrado en bajo relieve de dura talla. Al interior, esta ventana muestra el tornapolvos con ajedrezado y el arco ornado con zigzag y palmetas inscritas en tallos. De las dos portadas que poseía el edificio, la abierta en el muro septentrional aparece hoy cegada, conservándose el arco exterior de la misma, decorado con gruesos billetes extradosados por una fina banda de zigzag. La meridional se abre en el centro de la nave y constituye el elemento más destacado y característico del edificio. Consta de arco polilobulado rodeado por dos arquivoltas, la interior moldurada con un bocel entre mediascañas y cenefa incisa de dientes de sierra y la exterior con bocel recubierto por una greca de meandros y grandes y toscas hojas trifolias talladas en reserva. El conjunto de los arcos se protege por chambrana decorada con friso de hojitas carnosas de puntas vueltas y botones vegetales. Apean los arcos en jambas escalonadas coronadas por sendas impostas, la oriental ornamentada con un helecho corrido y la otra con un tallo ondulante acogiendo hojitas en los meandros; bajo el intradós del arco, sin embargo, las impostas reciben sendos descabezados cuadrúpedos invertidos, seguramente leones. Dos parejas de columnas se acodillan en las jambas recogiendo las arquivoltas, con la peculiaridad que el fuste de la columna interior del lado occidental acoge una muy desgastada figura, a modo de cariátide, representando un encadenado -atado por las piernas y cuello-, motivo que vemos igualmente en Bercedo, Tubilla del Agua, Soto de Bureba o Almendres. En los capiteles del lado izquierdo del espectador, igualmente muy erosionados, vemos desarrollarse lo que parece dos escenas de combate, con dos personajes que alzan los brazos y un cuadrúpedo rampante el exterior y dos personajes afrontados el otro. Los del lado derecho del espectador son vegetales, con dos niveles de torpes acantos el primero, en cuya cara externa se labró un Crucificado, y triple corona de hojitas el otro, las dos inferiores de hojas carnosas de puntas vueltas y la superior de acantos similares a los de su compañero. Una cornisa de ajedrezado corona los muros de la nave y el hastial occidental, en la primera soportada por una variada serie de canecillos románicos, la mayoría con perfil de proa de nave y otros decorados con bolas con caperuza, aves, un barrilillo, rollos, entrelazos vegetales, un busto femenino, dos rosetas inscritas en clípeos de doble tallo, un busto cornudo de aire maléfico, etc. En el muro de cierre occidental de la cabecera, al interior, se reutilizó un relieve procedente del templo románico -probablemente de la cabecera, como sugiere Vélez Chaurri-, decorado con un desproporcionado cuadrúpedo pasante, especie de león, bajo una imposta ornada con taqueado. La escultura hace gala de una evidente rudeza, siendo obra propia de un taller local, aunque su repertorio decorativo -serie de rombos excisos, bandas plisadas en zigzag, máscara que expulsa haces de hojas y sobre todo el arco polilobulado- permite conectarlo con las producciones del último tercio del siglo XII en el área riojana y La Bureba y área de las Merindades. Las mayores similitudes las encontramos con la inmediata ermita de las Eras de Santa Gadea del Cid, obra como ésta de fines del siglo XII o inicios del XIII. En este templo también se conserva la pila bautismal románica, adosada al muro norte. Posee copa gallonada interior y exteriormente, sobre sencillo pie y basa circular. Sus dimensiones son de 110 cm de diámetro x 82 cm de altura. Posterior parece la espadaña, desgajada de la estructura de la nave y adosada como prolongación del hastial de poniente, que consta de doble cuerpo separado por una cornisa y se remata en doble vano.