LAS REFERENCIAS DOCUMENTALES a la iglesia de San Cosme son tempranas, si bien escasas; así en el considerado falso testamento del rey Fruela II, dictado a favor de San Salvador de Oviedo en el 912, se cita entre las diversas villas e iglesias donadas por el monarca a la catedral In Reniezes ecclesiam Sanctorum Cosme et Damián cum suis adeacentis et familia multa ab omni integritate. No encontramos nuevas referencias al lugar o iglesia de Rañeces hasta ya entrado el siglo XIII, cuando en 1247 se produce una compra- venta entre particulares y se señala entre los bienes objeto de la transacción varias heredades en la villa de Rañeces. No obstante, hay que señalar que Avello Álvarez, en su estudio sobre las construcciones militares del medioevo, localiza en las inmediaciones de este pueblo el famoso castillo de Aguilar, que sirvió de prisión al magnate Gonzalo Peláez tras su última sublevación contra Alfonso VII en 1137, mientras que otros autores localizan esta fortaleza en el concejo de Mieres. Ya en el siglo XIV, en las postrimerías del período medieval, encontramos la iglesia de Rañeces como beneficiaria en el testamento del obispo de Oviedo, Don Fernando Alonso, quien, como consta en el acta notarial de 1305, mandara en so testamento sessaenta e cinco livras de torneses en blancos para fazer una capiella por sua alma nena eglesia de San Cosme de Rannezes. No podemos afirmar si esta última voluntad del obispo se llevo a acabo o no, pues en la fábrica actual no queda resto alguno de esta capilla ni las fuentes documentales o historiográficas la mencionan. La actual iglesia de San Cosme de Rañeces poco conserva de su fábrica románica original, presentándose hoy como una iglesia de nave única y cabecera cuadrada, con sacristía adosada al muro norte, un moderno pórtico a los pies y la característica espadaña rematando el imafronte. Un modelo que, si bien conserva la idea general de la estructura medieval, sigue los presupuestos de la arquitectura popular de la zona, que se desarrolla desde el siglo XVI hasta bien entrado el XX, manteniendo siempre, y con ligeras variaciones, los mismos cánones. Hay que señalar que, si bien la actual fábrica presenta ábside cuadrado de moderna construcción, las fuentes orales recuerdan que con anterioridad a la guerra civil, cuando la iglesia de Rañeces sufrió numerosos incendios, la cabecera presentaba trazas semicirculares y remataba su cornisa con una moldura decorada con motivos figurativos. Como único testigo del pasado románico queda en la iglesia una sencilla y mal conservada portada, situada a los pies del templo, que responde a las características formales de un románico tardío y arcaizante, fechado bien entrado el siglo XIII, del que encontramos abundantes ejemplos en el marco geográfico en el que nos movemos, la Asturias occidental en torno a la ruta interior de peregrinación de San Salvador a Santiago. Se compone esta portada de arco de dos roscas, ligeramente apuntadas, que descansan sobre toscos capiteles-imposta decorados con motivos geométricos de cintas con bolas, muy desgastados por el paso del tiempo y la mala calidad de la piedra. La rosca exterior se decora con un simple zigzag en el extradós y una fina moldura a bocel y mediacaña en el intrados; mientras que la interior se presenta dovelada y sin ningún tipo de decoración.