Identificador
34120_02_031
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 20' 17.70'' , -4º 36' 12.32''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Carrión de los Condes
Municipio
Carrión de los Condes
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DEL CAMINO de Carrión de los Condes está situada al sureste de la villa, junto a los restos de la antigua muralla que rodeaba la población medieval. En las proximidades del templo quedan vestigios de una de las puertas de entrada a la ciudad, aquella por la que accedían los peregrinos procedentes de Frómista y Villalcázar de Sirga. En este punto justo comienza la que hoy se denomina calle Mayor y que coincide en su trazado con la arteria principal de la villa desde la época medieval. El importante emplazamiento de la iglesia explica la orientación meridional de su fachada principal. La iglesia de Santa María del Camino conserva casi íntegra su fábrica original románica, compuesta por tres ábsides, tres naves, y crucero que no sobresale en planta. Se trata de un templo de considerables proporciones, si se compara con la mayoría de los edificios del románico hispano. De los tres ábsides que tuvo la iglesia sólo se conserva en su estado original el correspondiente al sur, llamado Capilla de las Doncellas. Se trata de un típico ábside románico con planta semicircular, precedida por un pequeño tramo recto de acceso. Se cubre con bóvedas de cuarto de esfera y cañón respectivamente. El centro del ábside lo ocupa una ventana enmarcada por un arco de medio punto, guarnecido por una doble moldura y una imposta de billetes. Al exterior refleja la misma traza y se encuentra reforzado por contrafuertes a los lados de la ventana. Una fila de canecillos simples, de proa de nave, sirven de asiento al alero. El ábside septentrional conserva su planta casi intacta aunque ha sido visiblemente alterado para servir de paso a la sacristía, mientras que el ábside principal fue sustituido en época renacentista por una capilla de mayores dimensiones. El crucero no se acusa en planta más que por la presencia de robustos contrafuertes en el tramo correspondiente al sur, pues el muro norte ha sido alterado para incluir la capilla del Cristo del Amparo. Esta parte de la iglesia tampoco se diferencia de otras por su alzado, teniendo la misma altura de la nave mayor. Su cubierta actual, de crucería cuatripartita, corresponde al período gótico. Las tres naves se dividen en cuatro tramos y están separadas por pilares cruciformes de núcleo cuadrado. La nave central tiene casi el doble de anchura que las laterales e iluminación directa. En las naves laterales los tramos están separados unos de otros por robustos arcos fajones de medio punto que actúan como refuerzo de la bóveda de cañón. Es probable que hubiera también fajones y bóveda de cañón en la nave central, cubierta en la actualidad por una bóveda plateresca. En toda la iglesia la transición de los pilares al arco se realiza por medio de impostas lisas o decoradas con motivos vegetales. Los arcos son ligeramente apuntados. El exterior se puede estudiar a través del muro sur, pues el norte ha sido enmascarado por edificios posteriores. Los arcos fajones del interior se corresponden con contrafuertes externos. Problemas de estática fueron los causantes de la construcción de un pórtico a lo largo del muro meridional, para evitar el derrumbamiento de las paredes de la iglesia. El muro occidental de la iglesia, relegado a un segundo plano por las razones de orden urbanístico ya explicadas, está formado por un cuerpo principal que se corresponde en anchura y altura con la nave central, y dos cuerpos laterales más bajos, correspondientes a las naves laterales. Una pequeña portada, enmarcada por contrafuertes, se abre en el centro del hastial. Sobre la puerta hay una hornacina con una imagen actual de la Virgen con el Niño, réplica de la que se conserva en el interior del ábside del evangelio. El remate del cuerpo occidental está formado por un vano de medio punto peraltado que ilumina la iglesia y una doble ventana que sirve de torre de campanas. La portada principal está situada en el muro meridional entre los contrafuertes del penúltimo tramo -a contar desde los ábsides-. Corresponde al tipo de fachada saliente o placada, común a todo el arte hispano-languedociano. Se compone de un único vano, de medio punto y carente de tímpano, compuesto por jambas y dovelas lisas, con mochetas muy salientes decoradas con pares de cabezas de toro. La puerta se cobija bajo cuatro roscas, entre las que destaca la tercera -a contar desde el interior- a la que corresponde una arquivolta figurada en sentido radial. Ocupan las enjutas dos relieves de acentuado bulto, que representan, el de la izquierda, un hombre desnudo cabalgando un león, y el de la derecha, un jinete con un pequeño personaje dispuesto bajo las patas de su montura. La parte superior de estos relieves, correspondiente a las cabezas, está mutilada debido a la colocación de los arbotantes que actúan de apoyo del muro sur. Tangente al extradós de la arquivolta exterior de la portada se colocó un friso que ocupa todo el ancho de la fachada. Sobre este friso se sitúan una serie de canecillos que sostienen el tejaroz. Los espacios entre los canecillos se rellenaron con metopas decoradas. Las arquivoltas que componen la portada se asientan en cuatro columnas rematadas por capiteles figurados. Las columnas se apoyan sobre basas de tipo ático. Encima de los capiteles hay una imposta decorada con palmetas y rosáceas inscritas en círculos. La decoración de los capiteles se sitúa en las dos caras visibles, unidas por medio de volutas que se juntan en la arista. Los capiteles del lado izquierdo están decorados con figuras de difícil identificación. Se trata de personajes, masculinos o femeninos, portadores de objetos y en actitudes propias de alguna ceremonia que no podemos explicar. En el lado derecho de la portada los capiteles presentan menor complejidad argumental. Se trata de una pareja de grifos afrontados -en el capitel interior- y un personaje de larga melena cabalgando a un león -en el capitel del exterior-, probable representación de Sansón. La puerta, carente de tímpano como es común en el románico palentino, se decora con ménsulas en el arranque del arco. Este tipo de ménsulas es un motivo genérico propio de las iglesias del camino de peregrinación. La arquivolta iconográfica está formada por 37 dovelas figuradas con personajes de muy diversa índole y condición. Para facilitar su estudio las hemos agrupado en secuencias o unidades temáticas según sus características. Entre las figuras identificadas algunas pueden catalogarse como temas de la vida cotidiana, representados por actividades profesionales u oficios, como por ejemplo el cazador de la dovela número 18. Podrían relacionarse con este grupo ciertos portadores de objetos, como los de las dovelas 34 y 35. Hay también re p resentaciones y alusiones al mundo del pecado y sus vicios, como la típica figura del avaro con la bolsa al cuello -dovela número 12- o la figuración de la gula por medio de un hombre que se frota el vientre -dovela número 31-. El grupo temático formado por figuras demoníacas e híbridos podría estar relacionado con el mundo del pecado y sus castigos (dovelas 21, 23 y 24). Hay también dos representaciones de animales, motivo común en este tipo de arquivoltas -dovelas 1 y 17-. Las últimas unidades temáticas las componen las figuraciones de músicos -dovelas 2, 4, 5 y 33-, de significado oscuro, y una serie de motivos calificados como tópicos que incluyen la representación de un orante, un mouth-puller y un beard-puller. La arquivolta figurada de Santa María de Carrión constituye el primer ejemplo de utilización de este motivo en portadas del románico de Castilla y León. Es más que probable que estemos ante una temática derivada de la decoración de aleros, que explicaría la ausencia de una idea programática de conjunto y su falta de coherencia. Las enjutas se decoran con relieves de cierto tamaño. A la izquierda un personaje masculino, con el torso desnudo, monta sobre un animal de rasgos leoninos. A la derecha un caballero, con indumentaria propia a su rango, ataca con las patas de su caballo a un pequeño personaje agachado. La relación con el conocido tema del caballero, propio de las iglesias románicas del oeste de Francia, nos enfrenta a una serie de hipótesis de diversa consideración. Remata la portada un largo friso formado por once placas de piedra que se sitúan sobre las arquivoltas y en la cara interna de los arbotantes. Se trata de una prolija representación del ciclo de la Epifanía. En la cara interna del arbotante izquierdo se sitúa la escena principal de la Adoración de los Magos. Siguiendo hacia la derecha y situadas en el friso propiamente dicho encontramos tres figuras a caballo que sería una nueva representación de los Magos camino de Belén. La figura que actualmente constituye el eje del friso, sobre la puerta de acceso a la iglesia, es un personaje masculino sentado en un amplio y rico trono, a su izquierda -lado derecho del friso- se sitúan tres figuras que indudablemente formaban parte de una escena en la que intervendría el personaje central. Podría tratarse de parte de una representación de la audiencia de los Magos ante Herodes. La última figura del friso es un rey sentado bajo un baldaquino, en la mano derecha porta una espada y con la izquierda parece dar órdenes a un personaje que se encuentra en la cara interna del arbotante derecho. Muy probablemente estemos ante la figuración de la Matanza de los Inocentes, escena que daría fin a este ciclo de la Epifanía. Con respecto a los canecillos que soportan el tejaroz de la portada, hay nueve en su lugar y dos reaprovechados en el muro exterior del pórtico. Se trata de representaciones de animales, reales o fantásticos, y de cuatro figuras humanas: un portador de un fardo o bidón (n.º 1); un músico (n.º 3); un acróbata o contorsionista (n.º 4); y una máscara (n.º 7). En las metopas que hay entre los canecillos se utilizan motivos decorativos, mezclados con ciertas representaciones de carácter zodiacal. La primera metopa contendría el signo de Leo; en la tercera un personaje con balanza sería el signo de Libra; el motivo vagamente serpentiforme que ocupa la quinta metopa podría aludir al signo de Escorpio; en la séptima metopa un cuadrúpedo sin cabeza podría corresponder al signo de Aries; y la octava metopa estaríamos ante una figuración poco frecuente de Tauro, representado por una cabeza de toro vista de frente. La metopa número seis, que representa a un hombre cabalgando un elefante, sería ajena en apariencia tanto a los motivos decorativos como a los zodiacales. A pesar de la escasa consideración que mereció el hastial occidental se conservan restos de una pequeña puerta, abierta en el macizo de muro enmarcado por los contrafuertes, decorada con dos arquivoltas de medio punto, con decoración de billetes en la exterior. La arquivolta interna se apoya en una columna a cada lado que presentan capiteles con decoración de animales, leones sobre fondo vegetal (capitel izquierdo) y harpías (capitel derecho). La única decoración del interior de la iglesia se concentra en las impostas del arranque de los arcos, con predominio de temas vegetales, del mismo tipo que los utilizados en las fachadas.