EL TEMPLO ALCARREÑO, dedicado al Santísimo Sacramento, se encuentra situado en la ciudad de Guadalajara. Más concretamente dentro de un colegio en la calle Burgos nº 5. De fábrica actual, recubierto de ladrillo, se dispone con nave única de salón, aunque al exterior da la imagen de cruz latina, siendo los brazos dependencias, como una capilla y otras de tipo escolar. La puerta se dispone arquitrabada a los pies, y el campanario se localiza en el lado de la epístola. Se cubre el conjunto con estructura piramidal coronada por una cruz de barras fluorescentes. Junto a la puerta de entrada, sobre una pequeña tarima y protegida por un cordoncillo de tela, se encuentra la pila bautismal procedente de la arruinada iglesia de Villaescusa de Palositos. Se trasladó a esta iglesia cuando ya su ubicación original empezaba a causar ruina en 1985. Fue tallada en forma de copa apoyada sobre una basa troncopiramidal de 50 cm de altura. La copa tiene de diámetro 80 cm y su altura es de 1 m. A lo ancho de toda la copa hay decoración de gallones (antecesores de los arcos que nos podrían querer recordar a una concha marina como prefiguración del bautismo). Este tipo de decoración es abundante en el ámbito del que proviene. Las pilas de iglesias cercanas a Villaescusa de Palositos, como Salmerón o Cereceda, tienen la misma disposición, aunque varían en tamaño. La que nos ocupa es la más estrecha de las mencionadas. Tienen todas cierta desviación que nos hace pensar en un mismo taller que quisiera imitar el movimiento de las olas dándole a los gallones este significado y no el de venera. En el borde, recorriendo su diámetro, se da decoración de cordoncillo simple. Bajo éste, una serie de arcos de medio punto que cobijan en su intradós a los gallones rehundidos. Podemos datar esta obra en el siglo XIII, como sus vecinas, ya mencionadas, de Salmerón o Cereceda.