EMPLAZADA EN LA PARTE más alta de la población, su pequeña estructura se vislumbra desde la carretera principal y varios kilómetros antes de llegar al pueblo. Para acceder al templo, simplemente se debe seguir la calle de entrada y continuar por su marcada vertiente hasta llegar casi a su final. El edificio actual consta de una sola nave, con ábside semicircular, espadaña a los pies y puerta de ingreso en la fachada meridional. El ábside, muestra única de su edificación original románica, ha sufrido diversas reconstrucciones hasta llegar a su aspecto actual, que presenta mayor altura que la nave, perdiendo desafortunadamente su remate de cornisa y los canecillos originales. La espadaña, también muy alterada, presenta una estructura en dos cuerpos escalonados. El cuerpo inferior muestra una disminución del muro y una pequeña ventana de medio punto en su centro. En cuanto al cuerpo superior, culmina en triángulo y tiene dos vanos para sendas campanas en posición paralela. Los muros restantes están muy alterados. En el muro sur, que aparece precedido por un recinto, se ha adosado un pequeño cuerpo, que se cubre a un agua y realiza las funciones de sacristía. También en este muro se abre la única portada de ingreso, resuelta mediante un arco de medio punto dovelado. Por otro lado, el muro norte presenta una serie de contrafuertes; pero, sin lugar a dudas, y haciéndonos eco de las palabras de Nieto Taberné, lo más importante de todo el edificio es la cornisa de piedra de dicho muro, la cual “presenta canecillos nacelados de cuerpo cóncavo y frente rectangular, todo ello restos reutilizados y conservados de la cornisa original románica”. En el interior, bajo el coro, se conserva una pila bautismal tardorrománica. Estamos ante uno de los modelos menos representados en la provincia de Cuenca, y que sin lugar a duda mezcla belleza y tradición. La pila consta de 92 cm de altura, frente a 120 de diámetro, y se puede incluir dentro de la clasificación de pilas decoradas con molduras de cordón. Sin embargo, su estructura no se asemeja a ninguno de los casos más representados en la provincia, ya que no presenta forma de copa y carece de las típicas decoraciones de gajos o arquerías, tan difundidas en los diversos pueblos de zona. La pila de Mohorte presenta una cenefa superior decorada mediante zigzag, pero la marca más singular de su decoración se encuentra casi a la altura de la base, en la cual se presenta un cordón grueso entrelazado. Completa la pila un poderoso pie cuadrangular, con base en forma de hexágono. La singular decoración de dicha pila hace difícil encontrar modelos similares en la provincia; sin embargo podemos afirmar que uno de los pocos que existen se encuentra a escasos 4 km, en el pueblo de Las Zomas, donde su pila presenta el mismo cordón inferior, aunque en este caso carece de la decoración superior en forma de zigzag y aparece totalmente lisa.