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Pila bautismal

Identificador
09454_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 47' 12.77'' , - 3º 20' 18.35''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de la Cátedra de San Pedro de Antioquía

Localidad
Quintanarraya
Municipio
Huerta de Rey
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
ESTA IGLESIA, LEVANTADA EN SILLERÍA y mampostería, es el resultado de una ecléctica suma de estilos que arrancan desde la época románica y llegan hasta mediados del siglo XX, cuando se reconstruyó la entonces arruinada torre. Consta de cabecera cuadrada y una nave principal, a la que después se añadió otra en el lado sur, además de otra serie de capillas en el norte, entre las que cabe destacar una de carácter funerario con una monumental portada del siglo XVI, abierta junto a la cabecera. La torre, adosada al mediodía, entre la cabecera y las naves, luce en la parte alta el escudo de Pedro Álvarez de Acosta, obispo de Osma entre 1539 y 1563, mientras que la portada, abierta en el mismo lado y coronada por una escultura del santo titular, está fechada en 1702. Como restos más antiguos dos son los elementos románicos que aquí se conservan: una portada y la pila bautismal. La portada es en realidad un pequeño vano que se abre en el muro oeste de la nave principal, formado por un arco de medio punto en cuyo intradós se han trazado cuatro pequeños lóbulos de medio punto completos y dos medios, ocupando estos últimos los extremos. Aunque muy sencillos, presentan las aristas aboceladas, seguidas en el frente por un somero caveto que sigue el mismo trazado de los lóbulos. Los apoyos son simples jambas, igualmente de aristas aboceladas, rematadas en impostas de nacela con bocelillo entre el tramo recto y el curvo. La misma morfología puede verse en los arcos de ingreso que presentan portadas como las de Bozoo o Santa Gadea del Cid, aunque las dos son mucho más monumentales que el simple vano que podemos contemplar en Quintanarraya. La imagen que tiene actualmente, tras un rejuntado de sus sillares y de todo su perímetro, hace pensar que acaba de ser colocada en este sitio, pues nada tiene que ver con el resto de la fábrica del templo. Sin embargo no es así, pues hasta donde llega la memoria de los vecinos lo han conocido siempre en este mismo emplazamiento. A pesar de ello parece bastante evidente que el arco fue remontado en otros tiempos, quizá procedente de otro lugar. En cuanto a la pila bautismal, se halla colocada en el baptisterio, a los pies de la nave de la epístola. Tallada en piedra caliza, con una altura de 73 cm, presenta forma de copa, con un irregular vaso de tendencia hemisférica, de 86 cm de diámetro, decorado con cordón en la embocadura y una serie de falsos arcos entrecruzados que conforman una especie de tulipas, formas geométricas que aparecen por ejemplo en decoraciones de arcos de Boada de Villadiego o Tablada del Rudrón, aunque la pieza en su conjunto guarda estrechas similitudes con la cercana pila de Brazacorta. El corto pie cilíndrico, dispuesto sobre un basamento circular, muestra un tosco bocel acompañado por cuatro bolas, que Garbiñe Bilbao identifica como una serpiente, simbología que en cierto modo parece muy apropiada para la idea del bautismo como redentor del pecado original inducido por la serpiente.