Identificador
09213_04_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 48' 10.22'' , - 3º 19' 34.26''
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés,José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Lozares de Tobalina
Municipio
Valle de Tobalina
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA DE SAN CLEMENTE de Lozares es un esbelto edificio construido en mampostería con refuerzo de sillares en encintado de vanos y esquinales, y consta de nave única y amplia cabecera rectangular compuesta de dos tramos, con sacristía adosada al norte. Evidencia la fábrica las numerosas reformas y restauraciones, aunque se conserva lo fundamental del templo primitivo, cuyas formas avanzadas, aunque apegadas a la tradición románica, delatan una tardía cronología dentro ya del siglo XIII. Exteriormente, la amplia cabecera con cubierta a dos aguas se corona con cornisa achaflanada sobre canes de nacela. En el eje del testero se dispone una ventana hoy cegada, compuesta de vano rasgado de doble abocinamiento, rematado por un arquito de medio punto y flanqueado por dos columnas -semiembutidas en el aparejo- que parece debían recibir un inexistente arco. Las encapitelan sendos frisos, el del lado izquierdo del espectador ornado con una tosca cabecita y lo que parece un cuadrúpedo, mientras en el otro apenas distinguimos un cáprido o bóvido ante una forma irreconocible. Ambas se alzan sobre simplísimas basas molduradas con un toro aplastado, disponiéndose bajo éstos dos cabecitas y un cuadrúpedo en la columna derecha. Al interior, los dos tramos que componen la cabecera se cubren con bóveda de cañón apuntado sobre imposta de listel y chaflán, reforzada por un fajón que reposa en sendas ménsulas. La articula con la nave un arco triunfal que apea en una pareja de columnas entregas a dos machones prismáticos, sobre altos basamentos y simplísimas basas de un toro. Tanto las ménsulas como dichos capiteles -encalados como el resto del interior- concentran toda la decoración escultórica del templo, siguiendo idénticas pautas de rudeza a lo visto en la ventana del testero. El capitel del lado de la epístola del triunfal, cuya chaparra cesta denuncia aires gotizantes, muestra una cabecita y lo que parece un personaje aplastado (quizá un atlante); el del lado del evangelio se orna con los bustos de dos toscos atlantes, uno masculino y el otro velado, que alzan sus manos hacia la zona alta de la cesta. Las ménsulas que recogen el fajón se decoran respectivamente con tres cabecitas de someros rasgos y torpe factura, muy solapadas por el encalado. No dejan de recordar la recurrencia de este motivo en el románico de los Valles de Losa y Mena, que vemos también en templos como Bercedo. La nave, muy rehecha, se cubre con moderna cubierta de madera encalada imitando bóveda de medio cañón. En la fachada meridional, protegida por moderno pórtico sobre el que se dispuso la troje, se abre en un ligero antecuerpo de sillería del muro una portada que sí muestra evidentes formas románicas aunque posiblemente esté remontada; se compone de arco de medio punto liso, una arquivolta baquetonada y chambrana ornada con gruesos billetes, apeando los arcos sobre jambas acodilladas coronadas por imposta de listel y chaflán. El muro septentrional de la nave conserva la cornisa de nacela sobre una hilera de canecillos decorados con toscos rostros, prótomos de bóvidos y otros animales irreconocibles, un mascarón humano cornudo, dos caritas, etc., todo de ruda factura. Sobre el hastial occidental se alza una airosa espadaña, seguramente tardía, de cuerpo inferior de mampostería y piso alto de sillar, con dos troneras apuntadas y remate a piñón con campanil. En el interior se conserva una pila bautismal de traza románica muy similar a la de la cercana iglesia de Lomana. Consta de copa semiesférica (104 cm de diámetro por 62 cm de altura) sobre tenante cilíndrico de 21 cm de alto, decorándose la embocadura con un bocel bajo el que corre una cenefa de arquitos de medio punto en resalte. En el exterior, ante el testero de la cabecera, hincada en el suelo, hay una lauda sepulcral probablemente bajomedieval, decorada con una cruz con astil de brazos flordelisados (Cadiñanos considera que corresponde a un caballero de la Orden de Santiago). Mide 110 cm de altura, 54 de anchura y 22 de grosor. Resulta complicado encasillar esta iglesia de Lozares en una cronología y un estilo, porque aunque la portada y los canecillos de la nave evidencian formas románicas, la propia arquitectura y la decoración de los capiteles y ventana de la cabecera nos remiten ya a fechas avanzadas dentro del siglo XIII, planteando su estudio similares disyuntivas a las que ofrecen otros monumentos del Valle de Tobalina y entorno de San Zadornil.