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Fachada oeste de Santa María de la Torre de Alins de Vallfarrera

Identificador
25017_02_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.567991, 1.329015
Idioma
Autor
Azucena Povill Espinós
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria de la Torre de Alins de Valfarrera

Localidad
Alins de Vallferrera
Municipio
Alins de Vallferrera
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa María de la Torre

Descripción

                                            ALINS DE VALLFERRERA

Iglesia de Santa Maria de la Torre

La iglesia de Santa Maria de la Torre está ubicada en el lugar conocido como Moixello, en un pequeño prado en la orilla izquierda del Noguera de Vallferrera, al lado de la borda d’en Cintet. Saliendo de Alins en dirección a Àreu y, pasados 2,5 km, se encuentran, a la derecha, una serie de edificaciones, entre las que se halla el templo de Santa Maria, al que se accede cruzando el río por un pequeño puente.

 

La primera noticia sobre el templo se remonta a 1175, cuando el obispo Arnau de Urgell entregó la iglesia de Sancte de Turre a Guillem de Capdevila, el cual, después de aceptar las condiciones impuestas, juró fidelidad y obediencia. Se desconocen los motivos por los que, pocos años después, en 1193, el mismo obispo concedió el templo a Arnau de Galliner, quien le prestó homenaje. En 1232 fue cedido, junto con Sant Feliu de la Força de Àreu, a Bernat de Prades, prior del capítulo canonical de Urgell. Con el auge de la devoción mariana de finales de la Baja Edad Media, la capilla de Santa Maria de la Torre vivió un período de gran prosperidad. Se desconocen los avatares que incidieron en el declive del templo que, a mediados de siglo xviii, presentaba un aspecto deteriorado. En 1975, habían desaparecido parte del muro meridional y la cubierta del primer tramo occidental de la nave. El pésimo estado en que se hallaban los restos conservados motivó que, por iniciativa de la Associació pel Patrimoni de la Vallferrera, se iniciaran una serie de trabajos de consolidación y restauración que, con ayuda de las administraciones locales y regionales, se llevaron a cabo entre los años 1983 y 1986, y que se concluyeron entre 1999 y 2000. Estas tareas consistieron en el desmonte y posterior reconstrucción del muro sur, la reconstrucción de la cubierta y el tejado del cuerpo occidental, la consolidación de la bóveda y, por último, la restauración de la puerta.

 

Se trata de un edificio que presenta una planta compuesta por una sola nave rectangular de dimensiones considerables –10,80 m de largo por 5,70 m de ancho–, prolongada al oeste por un cuerpo añadido, y un ábside semicircular sobrepasado –de 4,70 m de profundidad y 5 m de luz–. La casi totalidad del ábside, así como parte del primer tramo del muro sur de la nave, se encuentran soterrados por la ladera en la que se ubica. En el flanco sur del ábside se abre una ventana de doble derrame, arco de medio punto con dovelas de piedra toba y alféizar monolítico, la cual presenta una amplitud de luz poco habitual. Otra ventana de similares características se halla en el muro sur de la nave, bajo la cual, y visible tanto en el interior como en el exterior, hay una puerta tapiada con un arco de medio punto. A partir de esta ventana, arranca, resaltando respecto al tramo oriental de este lienzo, el paramento correspondiente al cuerpo occidental añadido. En el mismo, que es de mayor altura que el resto del templo, se abre una segunda puerta, también de arco de medio punto con dovelas de piedra toba bien labradas y escuadradas, que actualmente se halla parcialmente cegada y que, curiosamente, no se manifiesta al interior. A diferencia de la parte oriental del muro, en este extraño paramento se disponen varios mechinales alineados dos series horizontales. En fotografías de los años sesenta del siglo xx aparece, en esta parte del edificio, una construcción adosada, que se servía del muro meridional para apoyar las vigas de su cubierta. El elemento más singular del conjunto es, sin duda, la puerta de acceso al templo, que se halla en la fachada occidental, y que está formada por un arco de medio punto con dos arquivoltas de perfil rectilíneo y decoración esculpida. A diferencia de la interior, que no presenta ningún tipo de ornamentación, la exterior, de perfil biselado, incluye una serie de relieves en los que se alternan motivos esféricos y cilíndricos. Ésta se halla enmarcada por una chambrana que presenta un bajorrelieve en zigzag. Los tres arcos arrancan de pequeñas impostas trapezoidales sustentadas sobre jambas de sillería rehechas durante la última campaña de restauración. En las zonas en las que el enlucido lo permite, se puede adivinar que la decoración ha sido esculpida sobre piedra toba. Resulta igualmente interesante la solución que se adopta en el interior de la puerta, donde se aprecia un capialzado muy elevado con una doble arquivolta de perfil rectilíneo. El arco exterior se halla enmarcado por una pequeña moldura rebajada.

 

En el interior, la nave y el ábside, de menor anchura éste, se cubren, respectivamente, con bóvedas de cañón y de horno, por debajo de las cuales, se distribuyen unos orificios de sección cuadrangular alineados horizontalmente. Por su parte, el cuerpo occidental está cubierto con un envigado moderno de madera. En el muro sur aún persisten los restos del enlucido de cal que cubría el conjunto. Tres escalones salvan el desnivel existente entre el pavimento de la nave, que está formado por losas irregulares de gran tamaño, y el de la cabecera y la parte oriental de la aquélla, que funcionaría a modo de presbiterio.

 

El aparejo utilizado en los paramentos está compuesto por sillarejo, mayormente de losas colocadas en hiladas ligeramente horizontales.

 

Se piensa que, en origen el edificio estaba formado por una sola nave de planta rectangular, con un ábside semicircular y una puerta de acceso en el muro sur, cuya construcción podría situarse en los siglos xi y xii. La reforma que comportó la realización de la nueva puerta con ornamentación esculpida en el muro de poniente se habría llevado a cabo a caballo de los siglos xii y xiii. La edificación del cuerpo occidental, debió de coincidir con la época en que el santuario adquirió gran devoción mariana, y, por tanto, tenía que responder a una mayor afluencia de feligreses, lo que pudo suceder en torno a los siglos xvi y xvii. Pudo haber sido en este momento cuando se trasladó la puerta esculpida desde el antiguo muro occidental hasta su actual ubicación.

 

El vacío documental en torno a los orígenes iglesia de Santa Maria de la Torre, así como la singular monumentalidad de su arquitectura y los restos de edificaciones anexas, ha generado toda una serie de conjeturas y provocado que, durante décadas, su función original haya sido objeto de largo debate. Algunos autores han querido identificarla como un centro monástico, si bien, no existen evidencias suficientes que permitan afirmar tal hipótesis. Del mismo modo, y a partir de la visita pastoral de 1314, se ha interpretado como una iglesia parroquial, sin embargo, no se han hallado suficientes evidencias de edificaciones en su entorno que pudieran responder a un antiguo poblamiento. En este sentido, y según describe P. Tragó a principios del siglo xvi, el templo era un edificio exento y sin una población asociada. Otra teoría que explicaría la construcción de un templo de tal magnitud en un entorno tan solitario viene de la mano de Cabestany y Matas, según los que la existencia de dicha iglesia debería vincularse a la presencia, muy próxima, de la fragua de Santa María, que empleaba el hierro procedente de las minas de Ainet de Besan y del bosque de Virós y que fue totalmente arrasada en las riadas de principios de siglo xx. Por otro lado, y basándose en los paralelos de Sant Julià de la Torre y Sant Miquel de la Torre de Castellàs, Sudrià esgrime el argumento de que podría tratarse de la capilla de una torre o fortaleza que estaría situada sobre la peña que se alza en la orilla de enfrente, ubicación idónea para la protección del paso hacia la cabecera del valle y los territorios del condado de Foix.

 

Virgen con Niño

 

Procedente de Santa Maria de la Torre, se halla actualmente en la vecina iglesia de Sant Climent de Àreu una talla en madera policromada de la Virgen con Niño, de unos 72 cm de altura, que sigue la tipología de María como Sedes Sapientiae. Atributos como la corona y la esfera, su postura –especialmente la actitud de la Virgen respecto al Niño–, la posición de éste sobre una de las rodillas de María y la factura de los rostros, muy naturales, responden a una estética goticista propia de finales del siglo xiii.

 

Texto y fotos: Azucena Povill Espinòs

 

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1990-1991, doc. 1701; Baraut i Obiols, C., 1992-1993, doc. 1862; Bosch González, M., 2001, p. 37; Castells Catalans, Els, 1967-1979, ii, p. 1473; Camós, N., 1657, p. 334; Cabestany i Fort, J.-F. et alii, 2004, pp. 77-82; Catalunya Romànica, 1984-1998, xv, pp. 118-120; Rocafort i Sansó, C., s. d., pp. 669 y 671; Sarraté i Forga, J., 1969-1970, p. 111; Sudrià i Andreu, X., 2011, pp. 298, 323, 363-369, 378, 381, 544 y 623; Tragó, P., 1982, p. 55; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1987-1990, I, pp. 171-172, 187, 198- 200, 216, 219-220, 248, 279-284, 288-294, 308, 315-316, 324, 343-344, 355-357 y 369.