LA IGLESIA PARROQUIAL DE Cuezva se sitúa en un promontorio sobre el camino a Garoña, a unos 250 m del caserío. Edificio de modestas ambiciones, el hoy en uso es obra del último cuarto del siglo XVI, realizado según Cadiñanos por el maestro cantero Juan de Haedo, quien en 1589 finalizaba la bóveda de la cabecera. Consta de amplia capilla de testero plano cubierta con bóveda de crucería con terceletes y combados y un breve tramo de nave, hoy cerrado con cielo raso pero en origen sin duda abovedado. Esta construcción moderna, erigida en sillarejo y mampostería, se adosó al sur de un primitivo edificio actualmente usado como trastero y en tiempos comunicado con la obra renacentista mediante dos arcos formeros de medio punto, hoy cegados. Conserva el espacio dividido en dos tramos, ambos abovedados con bóveda de cañón apuntado sobre impostas de listel y chaflán y reforzada por un fajón que apea en machones de sección trapezoidal simplemente moldurados en su remate. Este primitivo espacio -que debió funcionar como capilla de los Varona, quienes poseían una torre en el lugar, pues en el muro norte campea su escudo- debía contar con un tramo más al oeste, eliminado y cerrado con mampostería siguiendo la línea del hastial de la nave añadida. Al exterior, el muro septentrional de esta nave muestra la cornisa biselada sobre canes rectos y con perfil de proa de nave. Parece obra de la segunda mitad del siglo XIII, y a ella debe corresponder la portada hoy cegada que daba paso al cementerio desde el pórtico que protege el acceso a la nave y que consta de arco de medio punto liso sobre impostas de listel y chaflán y chambrana biselada. Pese a tal simplicidad y el carácter indudablemente tardío de lo conservado, en el templo se custodian dos interesantes piezas de mobiliario litúrgico. La primera es una sencilla pila bautismal de copa semiesférica exteriormente gallonada (105 cm de diámetro x 44 cm de altura), alzada sobre tenante poligonal de 28 cm de alto. En el interior de la nave septentrional se guarda lo que creemos es un sitial en piedra, de 60 cm de anchura, 55 cm de profundidad y 46 cm de altura. Presenta un rebaje en el frente, decorándose el lateral visible con círculos incisos. La cronología de estas dos piezas, como la de la nave descrita, es dudosa, pareciendo más bien testimonios de un primer gótico muy rural.