Pasar al contenido principal
x

Detalle de la talla de Nuestra Señora del Sagrario con el Niño

Identificador
31473_01_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 39' 25.21'' , -1º 25' 39.78''
Idioma
Autor
Alberto Aceldegui Apesteguía
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Martín

Localidad
Izco
Municipio
Ibargoiti
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA del Sagrario se encontraba antiguamente en la capilla del cementerio de la localidad, dicha capilla parece haber sido una ermita de la que la misma pudo ser titular. En la actualidad, la talla se guarda en la parroquia, y la capilla del cementerio es una estructura moderna que no muestra ningún vestigio de un posible pasado románico. La iglesia parroquial de San Martín de Izco es un edificio gótico, de finales del siglo XIII. Presenta gran cantidad de arreglos renacentistas, realizados, en su mayoría, por el maestro cantero Miguel de Iriarte. La profesora Fernández-Ladreda engloba la talla en un cuarto grupo, que ella establece, de imágenes derivadas de Santa María la Real de Pamplona y Nuestra Señora de Irache. El citado grupo estaría compuesto, además de Nuestra Señora del Sagrario de Izco, por las tallas de Nuestra Señora de los Huertos de Puente la Reina, Zolina, Ardanaz, Yárnoz, Biurrun, Abárzuza y Leyún. De entre todas estas tallas, las de Abárzuza y Puente la Reina parecen acercarse más al modelo irachense, mientras que el resto, entre las que se encuentra la de Izco, están más cercanas a la titular de la seo pamplonesa. Tal derivación de las tallas de los dos arquetipos propuestos se ha explicado por la cercanía geográfica de las localidades citadas a uno u otro centro, teoría perfectamente explicable en todas ellas, excepto en el caso de Puente la Reina, que se encuentra equidistante a los dos núcleos marianos, por lo que su cercanía al modelo irachense tendrá otras motivos, tal vez devocionales. Centrándonos en la imagen de Izco, debemos decir que es la más alta de todo el grupo anterior con 73 cm. Se trata de una talla sedente con los brazos paralelos para acoger al Niño que ha desaparecido -siendo sustituido por uno barroco-, al igual que en Puente la Reina. El Niño se situaba originalmente sobre la rodilla izquierda de la Madre, según se deducepor la protuberancia de un viejo clavo en ese lugar que vemos en las fotos antiguas, aspecto que también acerca a la imagen al arquetipo pamplonés. En cuanto al atuendo, este grupo de tallas se aleja un tanto de los modelos irachense o pamplonés. No presentan el mismo número de prendas y tampoco están tratadas de la misma manera que en aquellas -como se aprecia en otros grupos- pero, aún así, pueden verse pequeños detalles que las enlazan con sus arquetipos. Nuestra Señora del Sagrario de Izco, en concreto, se toca con velo y viste túnica y manto abierto, cuya mitad superior se retira hacia atrás, dejando al descubierto la parte anterior del tronco y brazos y la totalidad de los antebrazos, y la inferior se tercia en diagonal sobre el halda, siguiendo la dirección de derecha a izquierda, y termina en una caída vertical sobre el costado izquierdo. Si la mayoría de estos aspectos difieren de Santa María la Real de Pamplona, algunos pormenores hacen deudora la talla de Izco del arquetipo pamplonés. Por ejemplo, los pliegues angulosos de la toca en la zona de las sienes y su disposición sobre los hombros a base de una curva convexa, flanqueada también por pliegues. Por otra parte, merece la pena señalar el esquema del plegado de la zona inferior de la túnica, a base de un pliegue de tabla en el centro y semicirculares a los lados. En su conjunto el plegado de esta imagen manifiesta una notable calidad y cierto ritmo dentro de los convencionalismos habituales en las tallas románicas. Su factura recuerda a obras pétreas de la segunda mitad del siglo XII, especialmente por la superficie lisa ovalada que aparece en la rodilla derecha y por la caída zigzagueante con gancho. Todo ello lleva a proponer su realización en el último cuarto de dicha centuria por un maestro avezado. La pieza ha sido restaurada en los últimos años, de manera que se han sustituido sus brazos añadidos por otros más acordes con la habitual disposición románica, se le ha añadido corona y se ha tratado su policromía.
Imagenes relacionadas