LA IGLESIA PARROQUIAL de Santa Engracia es un edificio de mampostería formado por nave única, cabecera cuadrada, espadaña sobre el hastial occidental, sacristía en el lado norte y pórtico en el lado sur. De la vieja fábrica tardorrománica sólo se conserva la capilla mayor y la espadaña, siendo el resto de época posmedieval. La cabecera presenta en su muro sur dos paños delimitados por tres contrafuertes prismáticos rematados a una vertiente. En uno de estos paños se abre una ventana formada por dos arquivoltas de medio punto que descansan directamente sobre cuatro columnillas de capiteles lisos decorados con cabecitas antropomorfas de tosca factura. El muro se remata con una cornisa biselada soportada por una serie de simples canecillos de nacela. Sobre el hastial occidental se yergue una espadaña de dos huecos y remate a piñón en la que se incrustaron cuatro canecillos con grotescas cabezas monstruosas de rasgos muy sumarios. Su labra evidencia la mano de un artesano popular, poco dotado técnicamente. En el muro sur de la nave, protegida por un pórtico más moderno, se dispone la portada de acceso, formada por un arco ligeramente apuntado, decorado con un bocel entre dos mediascañas, y una chambrana con perfil de nacela. En el interior, la nave se cubre con una techumbre de madera y la cabecera con una bóveda de cañón apuntado dividida en dos tramos por medio de un deformado arco fajón que descansa sobre ménsulas. Comunicando ambos espacios se dispone un arco triunfal, también apuntado, que descansa sobre una línea de imposta biselada. En la bóveda de la capilla se observan todavía restos de pinturas murales del siglo XVI, época en la que probablemente se reformó el templo. A tenor de las formas arquitectónicas que presenta la cabecera y de las características técnicas y estilísticas de su escultura, podemos datar su construcción en una fase tardía del estilo, que rebasa con toda seguridad el horizonte cronológico del 1200.