EL TEMPLO DE SAN MILLÁN, extramuros del núcleo más antiguo de este municipio, es una iglesia de tres naves, planta de salón, algo más alta la central que las laterales, muros de piedra sillería, portadas abiertas en el hastial y mediodía, pilares cruciformes, cubierta de bóveda de crucería y remate en triple ábside poligonal, más ancho el central que los laterales. El templo conserva en gran parte de su alzado las trazas románicas; los pilares cruciformes presentan claramente formas románicas y conservan algunos de los capiteles del antiguo templo. Todo parece indicar que la gran reforma y ampliación de la cabecera es un trabajo llevado a cabo a comienzos del siglo XV pero conservando gran parte de la fábrica románica anterior. Los restos románicos nos llevan a sospechar que la fábrica se debió realizar a finales del siglo XII o comienzos del XIII. Al margen de la construcción y de la época que nos ocupa, resulta interesante el artesonado del sotocoro, ubicado a los pies del templo y policromado con escenas y blasones góticos. Son igualmente importantes las pinturas sobre tabla del retablo, de formas castellano-flamencas, atribuidas a Alonso de Sedano, aunque la estructura del mismo sea ya de la segunda mitad del siglo XVIII.