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Capitel de la portada con una representación humana con manos desproporcionadamente grandes que sujetan una cinta vegetal que vomita su boca

Identificador
40191_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 59' 1.04" , -4º 4' 53.01"
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Veladíez

Localidad
Espirdo
Municipio
Espirdo
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
APROXIMADAMENTE A 1,5 KM a la salida del pueblo en dirección a Segovia y ubicada sobre un pequeño altozano, hallamos la ermita de Veladíez. A pocos metros de los muros del edificio se halla la necrópolis visigoda de la que toma el nombre la ermita. Molinero Pérez excavó su perímetro por primera vez en los años 1944- 1945 hallando 51 sepulturas y numerosos objetos tales como anillos, fíbulas, brazaletes o collares de la época. Parece ser que en 1247 todavía existía el poblado puesto que en un documento del archivo de la catedral de Segovia aparece citado como Vela Diaz rentando ocho maravedís y dieciocho dineros. La ermita, de planta rectangular, está construida con mampostería enfoscada con refuerzos de sillares en las esquinas. De época románica solamente conserva algunos canecillos en la nave y la portada ubicada en la fachada meridional. Los canes ubicados en el muro norte son todos de tipo proa de nave excepto dos, uno de ellos decorado con una hoja puntiaguda y el otro con una cabeza de animal, quizás un león. En el muro sur los canecillos se encuentran muy desgastados a excepción de uno en el que se esculpe una serpiente. La portada, ligeramente adelanta respecto al muro, está construida con sillares bien escuadrados. Se compone de un arco de medio punto, y dos arquivoltas decoradas con grueso bocel y nacela, todo ello cobijado bajo una chambrana también de nacela. La rosca del arco está decorada con rosetas inscritas en clípeos perlados. En los capiteles de la portada se representa una pareja de aves afrontadas en la derecha y una figura humana con manos desproporcionadamente grandes que sujetan una cinta vegetal que vomita su boca. Un motivo iconográfico de parecidas características se repite en capiteles de las iglesias segovianas de El Olmo, Urueñas y Bercimuel. Los cimacios que coronan estos capiteles son sencillos, de listel y nacela. Las basas de las columnas de la portada se encuentran muy deterioradas y tan sólo podemos distinguir en una de ellas un toro decorado con lengüetas. En la portada existen también algunos restos de policromía, cruces de malta de color rojizo, de cronología indeterminada. Es muy probable que esta portada haya sido remontada, porque a pesar de que las líneas de salmer coinciden, existen algunas dovelas de la chambrana que parecen movidas. En el hastial occidental de la iglesia se encuentra una espadaña de un solo cuerpo con dos troneras de arco de medio punto, realizada también en época medieval aunque en un momento posterior. En este mismo hastial se ubica una sencilla ventana abocinada de arco de medio punto. El interior del templo carece de interés desde el punto de vista artístico. Todos sus muros han sido recubiertos por una gruesa capa de cemento y carece de ornamentos litúrgicos y de pila bautismal.