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Capitel del interior

Identificador
40183_01_031
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 10' 22.33" , -3º 57' 6.27"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Félix

Localidad
Muñoveros
Municipio
Muñoveros
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
DE LA ORIGINAL IGLESIA medieval de San Félix únicamente quedan las portadas y algunos restos aislados en el interior tras las grandes reformas que vivió en los siglos XVI y XVII. En la fachada occidental una sencilla portada de arco doblado sigue cumpliendo su función de acceso al templo; se compone de dos jambas con mocheta de listel y chaflán que dan paso a un par de arquivoltas, la menor con flores heptapétalas dentro de círculos cóncavos y la mayor con cuatro baquetoncillos en zigzag. La portada meridional, dispuesta de extraña manera lo que hace pensar en un posible cambio de ubicación, reúne un interesante conjunto ornamental; se compone de tres arquivoltas de medio punto que apean en pilastras de arista viva y una columna acodillada sobre basamento y doble plinto moldurado. La menor de las arquivoltas presenta un bocel estriado junto a unos dientes de sierra y simplísimas hojas, mientras que a la externa la recorre un triple baquetón en zigzag, arrancando todo el conjunto de una imposta de doble bocel sobre un friso de cordón pareado y entrelazado formando recuadros que se convierten en sencillas hojas lanceoladas y nervadas al llegar a la menor rosca. Es por tanto en la segunda arquivolta y en los capiteles de las columnas donde se concentran los motivos de mayor interés; sendas parejas de cabezas masculinas ocupan los capiteles, con ruda talla y restos de policromía, apareciendo las de la izquierda barbadas, aspecto en el que no parecen coincidir aunque el estado de conservación no ayuda a asegurarlo, y remarcando el interés de caracterizar los peinados. La segunda arquivolta reúne un conjunto de representaciones masculinas y femeninas, desproporcionadas en las que se pone todo el acento en las cabezas y rostros, insertas estas representaciones en el arquillo que se corresponde con cada dovela; de esta manera se va a distinguir toda una serie de peinados, tocados y gestos en los que todavía se aprecian restos de policromía -rojo y negro-, siendo su intencionalidad un tanto oscura, puesto que su número de diecisiete y la caracterización que presentan hacen difícil identificarlo con algún tema conocido. Se completa la singularización de los personajes con el trabajo realizado en el intradós del arco, que se dedica a mostrar los largos mantos que visten la figuras, todos ellos cerrados excepto el del personaje situado en la clave del arco y el de la izquierda de este, que se abren y muestran sus pequeñas manos, sencillamente trabajadas. El interior de este templo vuelve a poner de manifiesto lo que debió ser una gran reforma sobre un templo románico original, del que han quedado algunos testimonios además de recuerdos de su estructura. De esta manera, se trata de una iglesia de tres naves, con cabecera recta y capilla mayor y laterales, aunque todo parece indicar que esto no es otra cosa que el resultado de una intervención sobre un pequeño templo de nave única cubierta con madera, con cabecera recta cubierta con bóveda de medio cañón, estando construido en sillería. Las huellas de esta primitiva construcción se evidencian en el arco triunfal, doblado de medio punto, que apea en semicolumnas sobre altos basamentos de perfil abocelado; los capiteles por su parte presentan un deteriorado aspecto, después de haber sufrido graves agresiones; apenas son perceptibles los motivos que los ornamentaban, así como los detalles de la imposta de tacos que corría sobre ellos. Se completaba la organización de esta cabecera con un fajón, aún hoy visible a pesar de la renovación del conjunto. Conserva el interior además de lo visto, unos pilares que parece pertenecieron a los muros de caja del antiguo templo, realizados en sillería y dispuestos sobre un basamento abocelado, con una imposta de listel y nacela que señala el arranque de amplios formeros. Por su parte, a ambos lados de la cabecera se abrieron unas capillas laterales, comunicadas por amplios arcos de medio punto sobre pilares con imposta de listel y chaflán, para albergar nuevos retablos; en la correspondiente al lado del evangelio, se remontó un arco doblado de deformado medio punto apeado en semicolumnas; éste conserva unos capiteles con una decoración vista también en otros ejemplos no lejanos como Fuentesoto..., que representa esquematizadas hojas de helecho, con marcado nervio central y leves incisiones a lo largo de su haz. Alberga esta iglesia una pila bautismal de perfil semiesférico con decoración de abultados gallones sobre lo que se sitúa la embocadura, con decoración incisa de un friso de líneas rectas formando triángulos; se dispone sobre un plinto y cuenta con un tenante compuesto cinco molduras de distinto perfil; de esta manera, de abajo a arriba, se encuentra un achaparrado toro ornado con semibezantes y garras en los ángulos, una marcada escocia, un listoncillo liso, un perfil ligeramente abocelado luciendo una decoración de pequeñas hojas triangulares y un baquetón en la parte superior, decorado con un motivo sogueado. En el retablo mayor se dispone una talla de la Virgen Theotokos, Virgen como trono, con el Niño centrado en sus rodillas, sosteniendo este a su vez el Libro. Ambos visten túnica y manto, portan corona y parecen haber sufrido procesos de dulcificación de sus facciones. Sus medidas son de 68 cm x 24 cm x 20 cm y Mª Elena Gómez-Moreno le atribuye una datación de finales del siglo XII. No resulta por tanto sencillo proponer una fecha para un edificio tan transformado, sin embargo, considerando la portada meridional como parte de la construcción primigenia, no se debe hablar de antes de la primera mitad del siglo XIII para los elementos más antiguos.