Pasar al contenido principal
x

Bóveda ábside

Identificador
33559_02_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 22' 21.94" , -5º 8' 47.56"
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Bartolomé

Localidad
Sobrepiedra
Municipio
Parres
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA ERMITA DE SOBREPIEDRA se sitúa sobre un pequeño promontorio al lado del río Sella, en las proximidades del monasterio de San Pedro de Villanueva. No contamos con documentación histórica referida a esta iglesia, que pertenece al románico rural y arcaizante, y que pudo ser construida en el siglo XIII. El aparejo empleado en su construcción es de mampostería en la mayor parte de los muros, y de sillares bien labrados en las esquinas y en los vanos. La ermita de San Bartolomé en origen constaba de una nave rectangular, que se remataba con una capilla cuadrada, pero en época moderna se le añadió, al Sur, un pórtico rectangular que se adosó al imafronte. Este último cuenta con una portada de arco semicircular que reposa en dos impostas molduradas y, a su vez, sobre jambas. La nave tiene una cubierta a dos aguas, que en origen pudo estar apoyada en la habitual cornisa con canecillos; de ellos, solamente se conservan dos, empotrados en la fachada del templo, uno decorado con una cabeza monstruosa y el otro de tema inidentificable. La cabecera tiene en el muro Este una saetera con derrame interno, situada entre dos contrafuertes que refuerzan la bóveda del interior. En el interior, la nave se cubre mediante armadura de madera; el arco triunfal que da acceso a la capilla es ligeramente apuntado y reposa sobre una imposta lisa de perfil en nacela y a la vez sobre jambas. La capilla, que cuenta con una saetera en el lado meridional con derrame interno, se cubre mediante una bóveda de crucería de cuatro nervios que arrancan de ménsulas en las que se representan cabezas humanas bastante toscas y expresionistas. La capilla de San Bartolomé pertenece al románico rural y arcaizante, como lo evidencian la pobreza del aparejo, la ausencia de relieve integrado y la capilla cuadrada, por lo que el edificio pudo ser levantado bien entrado el siglo XIII. Respecto a la bóveda de crucería, algunos autores piensan que fue construida al mismo tiempo que el resto de la fábrica de la ermita, adscribiéndola al período protogótico. Para otros, la bóveda sería fruto de una reforma posterior, quizás del siglo XV, y sustituiría a una bóveda de cañón apuntado. La capilla de San Bartolomé no disfruta de ningún grado de protección oficial, y el interior de la ermita se encuentra en un lamentable estado de conservación, ya que en los muros se hallan numerosos desconchados y humedades.