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Ábside de Sant Nazari de les Olives

Identificador
17132_01_020
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.322196, 2.995410
Idioma
Autor
Margarida Muñóz Milán
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Nazari de les Olives

Localidad
Peralada
Municipio
Peralada
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Nazari de les Olives

Descripción

Capilla de Sant Nazari de les Olives

 

El vecindario de les Olives, formado por un grupo de masías dispersas, se encuentra al norte de la villa de Peralada, capital del término. Desde allí, la carretera GIP-6021 en dirección a Mollet de Peralada conecta con este núcleo poblacional, situado entre los ríos Orlina y Llobregat, en apenas 2 km.

 

Las únicas referencias documentales que se conocen sobre les Olives lo sitúan, antes del siglo xi, en la órbita del monasterio de Sant Pere de Camprodon. Concretamente, en una bula del año 1017 otorgada por Benedicto VIII se confirma entre las posesiones de Camprodon, in comitatu Petralatense ipsos masos de villa Sacat et in Olibes ipsos masos cum eorum alodes.  No es hasta el siglo xii que se documenta una primera mención expresa de la ecclesiam sancti Nazarii, en el acta de consagración de la nueva iglesia del mismo monasterio de Camprodon, en 1169, donde se confirma la dependencia monástica de Sant Nazari.

 

La documentación, pues, no ofrece ninguna información relativa al contexto de construcción del templo románico de les Olives, del que sólo restan en pie las estructuras de la cabecera. Aún así, Sant Nazari es hoy un edificio que, pese a las profundas transformaciones a que ha sido sometido, conserva una morfología similar a la que debió tener el templo original.  Se trata de una pequeña capilla de una sola nave (más estrecha que la original románica) cubierta con bóveda de cañón, cerrada por un ábside semicircular cubierto por bóveda de cuarto de esfera, y rematada al Oeste por una espadaña que, en su posición actual, queda descentrada respecto al eje de simetría de la fachada.

 

Es en la cabecera, como se ha mencionado, donde son visibles los únicos vestigios románicos del edificio. En el interior, se conserva el arco triunfal que da acceso al presbiterio, en el que las impostas marcan el arranque de las bóvedas y, por tanto, revelan la altura original del templo.  El ábside deja visibles –a diferencia del resto de muros, cubiertos por una capa de enlucido– el aparejo románico en las partes bajas, tanto en el interior como en el exterior. Éste está formado por sillares grandes y regulares, formando hiladas horizontales que se pierden a media altura (la parte superior, en sillarejo menudo y con abundante mortero, corresponde a una reforma posterior. El ábside conserva también una ventana original, situado en el centro de la estructura, adovelada y de doble abocinamiento.

 

La cronología del sector románico del templo corresponde a la segunda mitad del siglo xii o a inicios del xiii. Desde luego el resto del edificio es fruto de una reforma muy posterior, ciertament postmedieval; la sencilla portada de la fachada meridional, con su estructura adintelada, apunta quizás al siglo xviii.

 

Texto y foto: Margarida Muñoz Milán – Planos: Carlos Javier García Muñoz

 

 

Bibliografía

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A, p. 336; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, p. 621; Padrosa Gorgot, I. y Padern Ponsí, J., 2007, pp. 103-104.