VERGES

Verges es una población ubicada en el sector izquierdo de la plana aluvial de río Ter, en el punto donde se cruzan la carretera que va de la Bisbal a Figueres (C-31) y la que conduce de Torroella de Montgrí a Medinyà (C-31, GI-634 y GI-633), que a su vez enlaza con Girona por la N-II.

El lugar es mencionado documentalmente durante la segunda mitad del siglo x, primero como Villa Virginibus (959) y luego, más comúnmente, como Virgines. En el año 1019 se considera como posesión catedralicia en el acta fundacional de la canónica de la sede gerundense. Desde entonces, y durante toda la Edad Media, se menciona sobre todo el castillo, que perteneció en origen a los condes de Empúries. Fue cedido al obispo Alemany de Girona por uno de los innumerables litigios entre el obispado y el linaje condal emporitano, y en 1295 aparece como propiedad feudal de Bernat Amat de Cardona y de Empúries. Durante los conflictos entre la monarquía y el condado de Empúries, en el siglo xiv la custodia del castillo de Verges, entre otros, fue encomendada a Bita, jefe mercenario gascón. En 1385, la población fue tomada por las tropas reales comandadas por Bernat de Fortià y el rey Pedro el Ceremonioso anexionó el condado ampurdanés a las posesiones de la monarquía. En el siglo xv, la baronía de Verges, que también comprendía la Tallada d’Empordà y Bellcaire, pasó por herencia al poderoso linaje de los Rocabertí, concretamente a la rama de los varones de Sant Mori. En 1587 fue nuevamente incorporado a la Corona.

Iglesia de Sant Julià y Santa Basilissa de Verges

Sant Julià y Santa Basilissa es el templo parroquial de Verges, situado en el núcleo antiguo de la población. La iglesia aparece documentada por primera vez en el año 1019, como propiedad de los canónigos de Girona. En 1151, Sancto Iuliano de Virginibus es mencionada en el testamento del magnate Guillem Umbert de Basella.

Se trata de una iglesia que combina elementos de diversa tipología y datación, y en la cual destaca una moderna intervención del arquitecto novecentista Rafael Masó i Valentí, efectuada en los años 1924 y 1925. Es un templo de nave única, con capillas laterales, ábside semicircular y un estilizado campanario turriforme. Presenta, en su fachada occidental, una moderna portada marmórea, cuyo arco rebajado se ornamenta de molduras y es coronado por una hornacina sobre la que se abre un óculo abocinado. Adosado a este sector se alza el campanario, de base cuadrada y cuerpo superior octogonal, acabado en punta, proyectado a finales del siglo xix por el arquitecto diocesano Isidre Bosch i Bataller.

En el otro extremo del edificio, el ábside, que se levanta sobre un gran zócalo, va cubierto por un tejado cónico, y en el centro de su muro se abre una ventana abocinada en cuyas pequeñas impostas de listel restan los vestigios de una decoración en zigzag. En el interior del arco de medio punto de este vano, hay dos arquillos ligeramente apuntados y separados por una barra de hierro, una solución evidentemente tardía que lo convierte en una ventana bífora. Por el interior, el ábside se cubre con una bóveda de horno, y va separado del primer tramo de la bóveda de la nave (que es de cañón apuntado) por un arco triunfal apoyado sobre dos columnas de fustes y capiteles decorados a imitación románica, todo ello obra de Rafael Masó; en el lado de la Epístola se abre una ventana de medio punto abocinada. El sector más occidental de la nave está  cubierto por una bóveda de crucería correspondiente a una de las sucesivas ampliaciones fechadas entre el siglo xvi y el xviii. Se vinculan a obras de época barroca las capillas laterales, la sacristía del presbiterio, y la fachada occidental. En el año 1727 hay documentado un gran incendio en la iglesia. Durante el primer cuarto del siglo xx, la intervención al interior del templo efectuada por el arquitecto novecentista, supuso la reforma, la restauración y el pintado del edificio, siendo nuevamente intervenido durante los años 1974 y 1976 por el arquitecto J. M. Masramon de Ventós.

El aparejo constructivo de la fábrica románica primitiva se contempla sobre todo en la cabecera y en la medianía oriental de la nave. Está formada por sillería de buen tamaño (algo menor en la parte baja del ábside), escuadrada y dispuesta en hiladas regulares. Se corresponde con una obra tardía dentro del románico, que cabe fechar entre finales de siglo xii y comienzos del xiii.

Texto y fotos: Ana Victoria Paul Martínez

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1989, VIII, pp. 344; Marquès i Planagumà, J. M., 1996a, pp. 35-67; Marquès i Planagumà, J. M., 2009; Moix Ezquerra, E., 2010b, pp. 695-696.