Castillo de Porqueres
PORQUERES
Porqueres es el segundo municipio más extenso de la comarca del Pla de l’Estany. Con una extensión de 33,77 km², envuelve prácticamente todo el municipio de Banyoles, así como su lago, excepto por el lado noreste, que limita con Fontcoberta. Se trata de un municipio principalmente llano, aunque cuenta con una parte boscosa y también con cimas elevadas, como la sierra de Sant Patllari o la de Ginestar, en el límite con Sant Miquel de Campmajor. Su gran extensión propicia que su población esté muy diseminada. El municipio está constituido por los pueblos de Porqueres, Pujarnol, Merlant, Miànigues, Mata y Usall, cada uno de los cuales se organiza, y ha crecido históricamente, alrededor de sus respectivas iglesias parroquiales.
Se tiene conocimiento de asentamientos humanos en la zona de Porqueres des de la época prehistórica. Una de las manifestaciones más importantes es la mandíbula humana fósil llamada “mandíbula de Banyoles”, considerada de una mujer preneandertal. También hay vestigios megalíticos, como los dólmenes de les Closes y de Pujarnol. Se han encontrado restos de una población de época ibérica en la zona del Mas Castell y hay, asimismo, restos de época romana tanto en dicha zona del Mas Castell como en la plana de Usall. Por lo que respecta a su etimología, en el siglo x aparece documentado el lugar con el nombre de “Porcarias”, que podría hacer referencia a un lugar donde se crían cerdos (porcs) o bien a la porción de tierra destinada a la siembra (pórca).
Castillo de Porqueres
El castillo de Porqueres, que es actualmente una casa particular, se halla justo enfrente de la iglesia románica de Santa Maria de Porqueres en la ribera oeste del estany de Banyoles. Se llega por la carretera GIV-5248, que sigue el perímetro occidental del lago
El castillo de Porqueres aparece citado como Porcarias o Porcharias en el año 957, o bien como Porcariae en el año 906. Gracias a los documentos conservados tenemos constancia de que Hug, señor del mismo castillo y de Santa Pau, participó en la reconquista de Barcelona al lado del conde Oliba Cabreta de Besalú. El linaje de los señores de Porqueres se documenta a partir del siglo xi, y a lo largo de los siglos xii y xiii. Ademar I de Porqueres, en el año 1010, formó parte de la expedición catalana a Córdoba. El 25 de noviembre de 1250 el castillo de Porqueres fue vendido por Ramon II Ademar y su esposa Gueraula al abad Guillem de Pau del monasterio de Sant Esteve de Banyoles. Los Porqueres se establecieron en Santa Pau, y adoptan este topónimo como apellido. En el año 1293 era batlle del castillo un tal Barceló, que juró fidelidad al abad del monasterio de Banyoles. En el año 1485, durante la Guerra Remença, el comisario Mendoza recuperó el castillo de Porqueres y Castellfollit, que estaban en manos de los payeses y los restituyó al veguer de Besalú. A mediados del siglo xvii el castillo estaba en mal estado. A partir del año 1700 la fortaleza fue reconstruida a por el abad de Banyoles Dimes Malla y Gualbes. En 1844 fue desamortizado como posesión del monasterio bañolense. En el año 1981 fue rehabilitado por la familia Coromines, que es la actual propietaria y residente en el castillo.
El castillo de Porqueres es una edificación de planta rectangular, con cubierta a dos vertientes y de tres plantas. Su estructura es fruto de las transformaciones efectuadas en el siglo xvii, cuando se convirtió en una masía de tres cuerpos con sala central. Los restos medievales se concentran en la parte baja, donde hay un conjunto de arcuaciones que definen lo que podría haber sido un patio central con una escalera en el fondo. Pero, en cualquier caso, su datación es imprecisa y además, la última restauración la ha modificado completamente. Han perdurado también algunas ventanas originarias con dintel y un grupo de aspilleras.
Una serie de campañas de excavación efectuadas en la década de 1970 pusieron de manifiesto que el castillo fue edificado sobre las ruinas de una antigua villa romana, que continúo en época visigoda, según se desprende del descubrimiento de un templo o edificio religioso de esa época, con ábside poligonal, y numerosos enterramientos. Estos vestigios, que se hallan bajo el casal actual, no han sido respetados como merecían.
Texto y foto: Almudena Montenegro Gallardo
Bibliografía
AA.VV., 2005, pp. 475-477; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 138; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 448-449; Constans i Serrats, L., 1954, pp. 107-110.