Castillo de Ars
LES VALLS DE VALIRA
Castillo de Ars
Entre los kilómetros 8 y 9 de la carretera N-145 hay que tomar un desvío hacia el Oeste, con dirección a Sant Joan Fumat, pasado el cual, en un cruce se ha de seguir en dirección a Ars. Una vez allí, caminando durante en un cuarto de hora por un sendero señalizado hacia el Norte, que atraviesa el río del Barrer, se llega al castillo, cuyos restos se asientan sobre un peñón.
La primera noticia sobre el castillo se remonta a 1102, cuando Guitard de Caboet y Arnau Ramon de Castellbó firmaron un acuerdo sobre los derechos feudales en los valles de Cabó, Sant Joan y Andorra. Después de que ocho años más tarde, en 1110, Guillem Guitard de Caboet dejara constancia en su testamento de la donación del castillo a la catedral de La Seu d’Urgell, el mismo paso a tener como señor al obispo, si bien los Caboet lo retuvieron como feudo. En 1154, Ramon de Caboet se comprometió a entregar la potestad de la fortaleza en cuanto se lo reclamara el obispo, y, en virtud de su testamento de 1156, dejaba al obispado todos los castillos en el valle de Sant Joan, y a su hermana Gebelina en feudo, el castillo de Ars. A la muerte de Ramon, estalló un conflicto entre su hermano Arnau de Caboet y el obispo Bernat Sanç. En 1159, la villa de Ars y su castillo eran cedidas en franco alodio a Pere de Sant Joan y sus hermanos. En 1162 Arnau de Caboet prestaba juramento de fidelidad al obispo por el castillo de Ars. Mediante el enfeudamento de la fortaleza a Arnau de Castellbó, esposo de Arnaua de Caboet, por parte del obispo Arnau de Preixens en 1185, la misma se incorporó al vizcondado de Castellbó.
Actualmente, de la fortaleza tan sólo quedan en pie un fragmento de unos 10 m de largo de la muralla, oculto por la vegetación en el lado suroeste, y parte de las fachadas noreste y noroeste de la torre de planta cuadrada, que amenazan con venirse abajo en cualquier momento, y cuya altura máxima alcanza los 9 m. En los lienzos conservados se aprecian varias aspilleras y algunos mechinales. El aparejo utilizado está compuesto por irregular mampostería plana, sin labrar y de tamaño diverso, dispuesta en seco en hiladas horizontales más o menos uniformes. Se aprecian otros restos de menor importancia del muro y de diferentes estancias.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina - Foto: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1988-1989, pp. 28-30; Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI (2), p. 1240; Catalunya Romànica, VI, pp. 141-142; Tragó, P., 1982, p. 73.