Identificador
09572_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 54' 52.32'' , -3º 49' 11.00''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Bricia
Municipio
Alfoz de Bricia
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE San Julián y Santa Basilisa está situada a la entrada del pueblo, junto a la carretera. Es una modesta construcción de origen románico muy transformada en siglos posteriores. La primitiva fábrica, que incluía una sola nave y un ábside semicircular precedido de tramo recto, fue reformada y ampliada en torno a los siglos XVI y XVII, construyéndose en esos momentos dos capillas laterales a modo de crucero y una torre a los pies. Del viejo edificio románico sólo se ha conservado la cabecera, construida toda ella en sillería de roca arenisca de diferentes tonalidades. Levantada sobre un zócalo en resalte, se articula en tres paños por medio de dos semicolumnas adosadas que llegan hasta la cornisa, coronadas ambas por medio de capiteles decorados con cuatro hojas lisas que se vuelven en la parte superior acogiendo bolas. En uno de ellos se incluye además una máscara antropomorfa. En el paño central se abre una ventana formada por una aspillera cobijada por un arco de medio punto -labrado en un solo bloque- que descansa sobre una pareja de columnas con sus correspondientes capiteles; uno de hojas planas acogiendo bolas y otro con aves afrontadas, ambos muy desgastados. En el muro sur del presbiterio se dispone otra ventana, algo reformada, que responde al mismo tipo que la anterior, con la diferencia de que una de sus cestas luce una pareja de leones afrontados que curvan su rabo entre los cuartos traseros. El muro se remata con una cornisa de doble nacela, soportada por una serie de canecillos adornados con nacelas superpuestas, hojas con bolas, cabezas de animal y figuras antropomorfas. En el interior, la nave se cubre con techumbre de madera, mientras que la cabecera lo hace con bóveda de cañón en el tramo recto y de horno en el ábside, arrancando en ambos casos de una imposta de rombos muy similar a la de otras iglesias burgalesas, cántabras y palentinas. Estas bóvedas conservan todavía restos de un enlucido pictórico, posiblemente gótico, compuesto por un encalado blanco sobre el que destaca un falso despiece de sillería realizado con dobles líneas rojas que encierran estrellas de ocho puntas. Estas pinturas recuerdan a las de Nuestra Señora del Torrentero de Villalaín y a las de una capilla del claustro de San Martín de Elines (Cantabria). Por otra parte, el arco triunfal, apuntado y doblado, apoya sobre dos columnas cuyos capiteles recurren al mismo esquema decorativo visto en las columnas del exterior, es decir hojas planas rematadas en bolas. Las ventanas de la cabecera presentan al interior el mismo esquema que afuera, con dos columnillas y sus capiteles. A tenor de lo visto, parece que estemos ante una construcción tardorrománica, de comienzos del XIII, en la que intervino un taller popular, dueño de una talla muy tosca y con unos recursos plásticos muy limitados, lo que provoca que las labores escultóricas sean poco variadas.