
Collderat
Castillo de Grialó
Desde que en 1640 sus habitantes se desplazaron a la aldea de Colldelrat, Grialó es un pueblo abandonado. Los vestigios de su castillo se alzan en un terreno rocoso, entre matojos y arbustos, en el extremo occidental de la sierra de la Força, a escasos pasos de la iglesia dedicada a san Miguel. Ambas construcciones persisten solitarias, integradas en medio de un paisaje alterado por la presencia de una torre de alta tensión, ubicada en medio de ambas, que provoca un fuerte impacto visual.