Ermita de Sant Miquel Sesvinyes

La ermita de Sant Miquel Sesvinyes se encuentra entre los bosques de Serinyà, en el vecindario de Casals. El acceso se realiza por la carretera C-66 que va de Girona a Ripoll. Pocos metros antes de entrar en el núcleo urbano de Serinyà, se señaliza un camino a la izquierda por una pista sin asfaltar, que se debe seguir, aproximadamente unos 2 km, hasta llegar al templo.

La información documental directa sobre Sant Miquel Sesvinyes es poca y confusa. El documento más antiguo que menciona la iglesia data de 1208, cuando se establece una concordia entre los hermanos Pere y Guillem de Mata por diferentes tierras del castillo de Mata y sus posesiones. Posteriormente, existe otro documento, de 1282, donde nuevamente es citada la ermita. A partir de este momento, se pierde por completo su pista documental.

La ermita de Sant Miquel Sesvinyes es una pequeña construcción de nave única, cubierta con bóveda de cañón articulada en tres tramos mediante dos arcos fajones. El paso al presbiterio está compuesto un doble arco en degradación que se abre al ábside semicircular, cubierto con una bóveda de cuarto de esfera y en cuyo muro se abre una pequeña ventana, descentrada. En el costado septentrional de la iglesia hay una sacristía construida en época moderna, directamente comunicada con el ábside. En el primer tramo de la iglesia se emplaza un coro elevado –que, por supesto, tampoco corresponde a la fábrica románica– cuyo acceso se realiza por una escalera de caracol situada en la esquina Noroeste. También a los pies de la iglesia, pero en el muro sur, existía una puerta, actualmente tapiada, que debió ser uno de los accesos a la iglesia desde la masía que le estuvo adosada hasta la década del 1980. Hoy esta masía está desplazada unos metros al Sur.

El acceso actual al templo se sitúa en el muro oeste, con una sencilla portada en arco de medio punto, adovelado. La fachada culmina con una espadaña de apertura única,  dispuesta sobre una pequeña ventana. Con el desmantelamiento de la masía contigua a la iglesia quedaron a la vista los contrafuertes de ésta, de origen incierto. El aparejo de los muros utiliza sillares de tamaño medio, bastante regulares y tallados con esmero, que corresponden genéricamente a una obra del siglo xii. El único muro de construcción posterior es el que está adosado en el lado norte del ábside, en paralelo con la moderna sacristía.

Hubo en este templo una talla policromada de la Virgen con el Niño de época románica, que desgraciadamente no se conserva. Parece ser que fue quemada en el año 1936. Solamente se posee una fotografía tomada y publicada por Francesc Montsalvatje a principios del siglo xx. El investigador A. Noguera ofrece una descripción –a partir de dicha fotografía– de la figura, y la fecha en los primeros decenios del siglo xiii, cronología que parece aceptable.

Texto y fotos: Lorena García Morato

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, V, p. 463; Constans i Serrats, L., 1985-1993, II, p. 246; Coromines i Planellas, J. M. y Marquès i Casanovas, J., 1967-1978, III, p. 213; Marquès Planagumà, J. M., 2000, p. 144; Molas i Casanovas, M. M., 2000a, p. 23; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVII, p. 261; Noguera i Massa, A., 1977, p. 222; Palmada Auguet, G. et alii, 2005, p. 558.