Sant Cebrià de Esponella
ESPONELLÀ
El municipio de Esponellà se encuentra en la parte norte de la comarca del Pla de l’Estany y tiene como arteria fluvial principal el río Fluvià, que atraviesa el municipio. Con una extensión de 16,30 km2 y una población de 463 habitantes, Esponellà es un municipio rural que ha conseguido frenar el descenso de población por su buena comunicación con las capitales de la provincia y de la comarca. En su término encontramos el pueblo de Centenys, situado en la parte meridional, cerca de la riera homónima, así como la parroquia de Sant Iscle, que actúa como núcleo de esta población. Al Norte del término municipal, a la derecha del Fluvià, hay el pequeño pueblo de Vilert.
La primera noticia documental que tenemos sobre el municipio fecha del año 921 y aparece en un documento que habla de un acto celebrado en la basílica in Villa Espondiliano. En el siglo xii aparece el locativo como apellido. En 1377 el rey Pedro el Ceremonioso vendió la jurisdicción y la fortaleza a su médico Guillem de Coltaller, que erigió allí un castillo termal. En el siglo xiv, esta fortaleza pasó a manos de la familia Corbera, y hacia el siglo xv era propiedad de los Campllong y los Desplà. A principios del siglo xviii el castillo pertenecía a los Berart, en el momento en que en 1707 Carlos de Austria creó el título de barón de Esponellà, que a día de hoy es ostentando por la familia Fortuny.
Iglesia de Sant Cebrià
El templo de Sant Cebrià se erige en la plaza de la iglesia, en el centro del núcleo urbano de Esponellà. La primera noticia de su existencia la hallamos en un documento fechado el 25 de febrero del año 925, con motivo de un juicio celebrado en la iglesia de villa Sponayano, en el que, con la asistencia del obispo Guiu de Girona y del conde Miró de Cerdanya, diversos testimonios juraron, sobre las reliquias del altar de san Cipriano, que diferentes propiedades de Bàscara eran de la iglesia de Girona.
La iglesia de Sant Cebrià es un templo de origen románico, de una sola nave cubierta con una bóveda ligeramente apuntada, que ha sufrido muchas modificaciones y añadidos en siglos posteriores que esconden ostensiblemente las estructuras primitivas. Así, el ábside semicircular con que se remata la nave fue transformado interiormente en época barroca. Por otra parte, la nave fue sobrealzada. Sobre la portada, en el frontis occidental, existen dos aberturas cegadas correspondientes a una antigua espadaña propia del templo primitivo o de una reforma no muy tardía. En el siglo xvi se alzó, en el mismo sector de poniente, una torre-campanario de planta cuadrangular con aberturas a los cuatro vientos. La cubierta en forma de pequeña cúpula fue construida hacia 1920. Al lado sur de la nave original, también a posteriori se construyó una nave lateral con bóvedas de crujía. Finalmente, en el lado opuesto, el norte, se añadieron una capilla lateral, la sacristía y otros espacios.
La fachada principal presenta una portada de estilo románico que compone por tres arquivoltas en degradación y un tímpano. Tanto los arcos como los brancales están construidos con piedra trabajada. Posteriormente se añadió un guardapolvo de estilo gótico adornado con frondas y acabado con un florón central. Los arcos arrancan de una imposta de piedra moldurada que descansa sobre escudos heráldicos también posteriores: en un lado el de los Corbera, con la figuración de un cuervo, y en el otro el de los Desplà, con tres fajas y ocho rosas. Ello hace pensar que quizás la reforma de la portada se realizó hacia el siglo xv con el patrocinio de dichas familias, que gobernaban el castillo de Esponellà. Por encima de la portada se abre una ventana de arco de medio punto y los dos ventanales tapiados correspondientes al ya citado campanario de espadaña antiguo.
El aparejo de los muros que se conservan de la fase románica, actualmente escondida en gran parte como se ha dicho por las múltiples modificaciones, presenta unos sillares bien tallados que forman hiladas horizontales. Por ello, y también por la tipología y las características de la portada, la datación del templo primitivo puede situarse en el siglo xiii.
Herrajes de la puerta
La puerta principal, de madera, presenta unos herrajes de hierro forjado de tradición románica, posiblemente reaprovechados, como parecen revelar las diferentes medidas y la distribución desigual en los batientes. Se ha considerado que estas piezas podrían haber llegado de otros templos durante las reformas de los siglos xv y xvi con el fin de ser reutilizadas. Asimismo, hay un picaporte, en cada batiente, de aspecto similar: el tirador es simple, sin ningún tipo de decoración, mientras que la superficie de la base está decorada con círculos perforados y líneas cortas dispuestas radialmente. Esta puerta tiene además dos baldones grandes, el inferior más simple y sin decoración y el superior más trabajado. Sostenido por tres pasadores (el del extremo derecho es el único decorado a base de líneas verticales incisas), la finalización del brazo se conforma por una cabeza de serpiente con la boca abierta mostrando los dientes.
Texto y fotos: ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO – Plano: MODESTO CARRERAS CORT
Bibliografía
AA.VV., 2005, pp. 373-374; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 100-104; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 428-429.