Sant Andreu de Terri
Sant Andreu del Terri
La pequeña iglesia de Sant Andreu está situada en el margen derecho del río Terri, sobre el cual se emplaza un puente medieval. Dicho puente sirve como hito para tomar la salida de la carretera GI-514, que dista a unos 4 km de Cornellà del Terri en dirección a Medinyà. Una vez se toma la salida, se debe seguir la carretera, en parte sin asfaltar, que conduce hasta el pie de la iglesia.
La primitiva iglesia de Sant Andreu del Terri fue erigida por monjes del cercano monasterio de Santa Maria d’Amer, ya en el siglo ix. La cella Sancti Andree sita super fluvium Sterriam aparece entre las posesiones de dicho monasterio en dos diplomas carolingios de Carlos el Calvo (844 y 860), y posteriormente, en el siglo x, en un diploma de Carlos el Simple del 922 se vuelve a dejar constancia de dichas posesiones. En 1092 se documenta la cesión de varios alodios de esta iglesia a la canónica catedralicia de Girona. De nuevo, en 1187, una bula del papa Clemente III confirma que la iglesia de Sant Andreu del Terri formaba parte de las posesiones de Santa Maria d’Amer.
Por otro lado, durante toda la época medieval la iglesia de Sant Andreu estuvo estrechamente relacionada con la cercana Sant Cugat de Ravós del Terri, de la que fue tradicionalmente sufragánea. En realidad, la documentación tanto antigua como moderna suele confundir la dedicación de ambos templos, y los nombres de los respectivos pueblos establecidos a su amparo. En el siglo xiv, concretamente en 1367, se documenta en el templo de Sant Andreu una cofradía bajo la advocación del santo titular. Pocos años después, en 1372, la iglesia adquirió categoría parroquial, desvinculándose de la vecina iglesia de Ravós. Por último, cabe apuntar que, según la historiografía, entre el 1407 y 1409 se llevó a cabo una reforma y una nueva consagración del templo.
Sant Andreu del Terri es un edificio de nave única, cubierta por una bóveda apuntada. Consta de un sólo ábside semicircular, sito en el costado oriental, que cubre con la tradicional bóveda de cuarto de esfera; este ábside conserva un relieve figurado del que se hablará más adelante. La iglesia está iluminada por tres ventanas, dos de ellas de doble derrame (situadas una en el muro sur, a la altura del presbiterio, y otra en la fachada oeste) y una tercera de forma cuadrada, situada en el eje central del ábside, que posiblemente es fruto de la reforma del siglo xv.
En el exterior, el aparejo utilizado refleja fórmulas habituales en el siglo xii, con sillares regulares y perfectamente tallados. En el muro meridional se sitúa la puerta de acceso al templo, abierta por dos arcos de medio punto en degradación y adovelados. Los portones conservan los usuales herrajes de forja, en forma de tallos y volutas simplificadas, y con el cerrojo rematado por una cabeza de animal, típico de la zona gerundense. La torre campanario fue alzado en el siglo xv, seguramente también durante las mencionadas remodelaciones de los años 1407 y 1409.
Tal y como se apuntaba con anterioridad, en el ábside se conserva un relieve con decoración figurada, bastante tosco. Se representan dos personajes, cuya factura extremamente ruda dificulta notablemente su identificación. Por lo menos una de las figuras parece ser de un ángel, del que se reconoce una de las alas. Más compleja es la identificación del segundo personaje, para el que se han propuesto dos hipótesis: sea bien el titular del templo, san Andrés, o bien –según la interpretación del investigador A. Noguera– una Maiestas Domini. La cronología del relieve debe situarse plausiblemente en el siglo xii.
Lipsanotecas
El Museu d’Art de Girona conserva dos lipsanotecas procedentes de la iglesia de Sant Andreu del Terri (núm. inv. MDG 70 y 71), aunque la segunda está muy deteriorada y es prácticamente imposible su análisis.
La lipsanoteca núm. 70 es de madera de boj y tiene forma de bote cilíndrico. Es un recipiente construido en una sola pieza, rematado por una tapa con un pomo. La superficie es lisa exceptuando dos finas líneas paralelas incisas en la parte superior e inferior de la pieza. En el interior se custodiaba un pergamino, hoy consumido, y varias reliquias óseas envueltos con telas de color verde y rojo. La mayor parte de la historiografía considera la pieza como una obra tardía dentro del románico, posiblemente fechada en el siglo xiii. Sin embargo, otros investigadores retrasan su cronología hasta principios del siglo xv, vinculando la pieza a la segunda consagración de la iglesia en 1407 o 1409.
Texto y fotos: LORENA GARCÍA MORATO – Planos. MODESTO CARRERAS CORT
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, V, p. 416; Constans i Serrats, L., 1985-1993, I, p. 90; Coromines i Planellas, J. M. y Marquès i Casanovas, J., 1967-1978, III, p. 192; Montsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 281-282; Noguera i Massa, A., 1986, pp. 69-70, Palmada Auguet, G. et alii, 2005, p. 261; Pruenca i Bayona, E., 1995, pp. 25-29, 32-37, 88-90.