CAMARASA

Iglesia de Sant Bartomeu de la Baronia de Sant Oïsme

Al pie del altozano sobre el que se erige el castillo de Sant Oïsme, a escasos metros al Sur, se encuentra la iglesia dedicada a San Bartolomé, de la que se cuenta con escasa documentación que aporte alguna noticia sobre su pasado en época medieval. Se tiene constancia de la existencia de un templo anterior dedicado a santa Eufemia, topónimo original del caserío, que ha sido alterado a lo largo del tiempo hasta el que hoy se conoce como Sant Oïsme. A finales del siglo xi, aparece citada Santa Hismia o Santuymia entre las posesiones que había cedido al monasterio de Santa Maria de Meià, su fundador Guillem de Meià, en la primera mitad del mismo siglo. La existencia de una iglesia primitiva cuya advocación correspondía con el nombre propio del lugar hace pensar en que Sant Bartomeu era la capilla del castillo, y que más tarde adquirió las funciones parroquiales de la anterior. En 1668, el historiador y eclesiástico Joan Gaspar Roig i Jalpí, escribe sobre “S. Bartholome Apostol, en Santa Hismia” que el edificio ya no ejercía de parroquial como consecuencia de la adhesión al curato de Figuerola unos años antes. Además, el clérigo informaba de que en dicho término existió un monasterio de monjas benedictinas del que todavía se podían apreciar los vestigios, y del que quedaban “instrumentos muy antiguos en el Archivo de la Prioral Iglesia de Meyà”.

Sant Bartomeu es un edificio construido sobre la irregularidad de la roca, que se confunde con su estructura, que está compuesto por una sola nave, una pequeña torre campanario de base cuadrada que se alza sobre su presbiterio y un imponente ábside trilobulado. La cabecera está compuesta por tres ábsides semicirculares lisos, de los cuales el central sobresale respecto a los laterales, que son de menor tamaño y asimétricos. El ábside norte, que está parcialmente cercenado por el muro del cementerio, es mayor que el meridional. Tres ventanas de arco de medio punto y doble derrame se abren en el centro de los tres ábsides, de las que en la septentrional el arco está formado por una pieza monolítica de piedra toba. Toda la cabecera está cubierta por una misma techumbre de losas que la nave, sin que se diferencien los volúmenes de los distintos ámbitos. En la torre campanario, que presenta planta rectangular, se abren sendas ventanas geminadas en cada una de sus cuatro caras, las cuales están compuestas por arcos de medio punto que arrancan de columnas con fuste poligonal de ocho lados rematados en capiteles. Este cuerpo está techado por una cubierta a cuatro aguas de losas. Según se aprecia en una fotografía de 1932, la fisonomía actual de la cara oriental es el resultado de una restauración posterior. El muro septentrional es liso, y en él se abre la única puerta de acceso al interior, la cual está resuelta con un arco de medio punto. Los muros occidental y meridional son lisos y se prolongan hacia abajo para salvar el fuerte desnivel. En el primero de ellos se abre una ventana cruciforme.

En el interior, la nave, que tiene un trazado algo irregular, se cubre con una bóveda de cañón reforzada por dos arcos fajones, uno en medio que determina dos tramos y otro adosado al paramento occidental. Los muros laterales presentan cuatro arcos formeros, dos a cada lado. Un banco recorre el perímetro interior del templo. Se accede a la cabecera salvando dos amplios peldaños, de tal forma que el presbiterio queda elevado respecto a la nave. Los ábsides laterales comunican con aquél mediante sendos arcos de medio punto. Mientras que el septentrional alberga un habitáculo cubierto por bóveda de cuarto de esfera que cuenta con una especie de zócalo en ángulo, el meridional más parece un arcosolio habilitado a modo de capilla con la adición de un altar que ocupa toda su mitad inferior. Se cubre con un arco de medio punto que con el intradós ligeramente cóncavo. Los paramentos interiores están recubiertos con enlucido, salvo en los arcos y pilastras.

A los pies de la pilastra sur del arco fajón central hay adosada una rústica pila bautismal de vaso troncocónico y superficie semicircular, soportada por una base de igual diámetro decorada con tres columnillas, que posiblemente es de factura moderna.

El aparejo utilizado está compuesto por sillarejo irregular de tamaño diverso, dispuesto en hiladas que no siempre mantienen la uniformidad. Adell, que observa una junta de discontinuidad asociada a un cambio de aparejo, ha propuesto que la construcción de la cabecera se habría llevado a cabo en una fase anterior a la de la nave, aunque muy próximas en el tiempo. Este autor ha datado el templo a mediados del siglo xi, si bien el campanario lo sitúa en la siguiente centuria.

Texto: Raquel Cardona Segura - Fotos: Raquel Cardona Segura /Juan Antonio Olañeta Molina - Planos: Albert Reig Florensa

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 334-335; Fité  i Llevot, F., 1986a, II, pp. 286-290; Roig i Jalpí, G, 1668, p.109; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, pp. 478-481.