ARTESA DE SEGRE

Iglesia Santa Maria de Vernet

La primera referencia a Santa Maria de Vernet se halla en la bula papal de 1151 de Eugenio III, en la que se incluía entre sesenta y ocho iglesias pertenecientes a la canónica de Solsona. Ramon Bernat, del linaje de Arsendis de Tost, y su yerno Ponç de Cabrera, en 1172 juraban en el castillo de Biosca como protectores y administradores de los castillos de Vernet y de Montgai. En 1204 perteneció al vizconde Guerau Ponç IV de Cabrera. Arnau de Vernet fue uno de los clérigos más relevantes del siglo xiii en Lleida, tanto por su labor organizadora como por las fundaciones que estableció como canónigo de la Seu.

La iglesia dedicada a santa María se halla enfrente del castillo, en la plaza del pueblo. Su estructura exterior no es visible desde todos los ángulos, puesto que con el tiempo se le han ido adosando edificios. El proceso de ampliación e intervención a que fue sometida la fábrica primitiva se pone de relieve tanto en los elementos estructurales, como en las técnicas constructivas empleadas. La parte románica del edificio comprende la nave, el ábside y la portada. Posteriormente, se agregaron las capillas laterales y el coro emplazado en el lado oeste de la nave. El campanario, aún siendo de época medieval, es posterior.

Se trata de un edificio de nave única presidida por un ábside semicircular cubierto por una bóveda de cuarto de esfera, que exteriormente permanece oculto por una vivienda adherida al templo. La portada se abre en el muro oeste, es de arco de medio punto y está descentrada respecto al eje central de la fachada. La única ventana, de doble derrame y arco de medio punto, se encuentra  en este frontispicio. Todos los muros carecen de cualquier motivo ornamental, lo que confiere a la fábrica un carácter austero y sobrio. Un campanario de espadaña con dos ojos de grandes dimensiones, más un pequeño vano entre los arcos de los dos, corona la fachada occidental. El mismo estaba dotado de dos campanas de cobre hasta el inicio de la Guerra Civil española, momento en el que el ejército republicano las descolgó para hacer munición; posteriormente, una vez terminada la contienda, se restituyó una campana realizada con la cabeza de un obús. Con la excepción de la espadaña, que esta construida utilizando sillares de buen tamaño, pulidos y bien escuadrados, el aparejo utilizado está formado por sillarejo rudamente labrado, dispuesto en hiladas irregulares y unido con mortero de cal. Cabe destacar la particularidad que presenta la obra en la fachada de poniente, la cual se extiende hacia el sur sin solución de continuidad más allá del límite determinado por el actual muro meridional, como si fuera un contrafuerte, y preserva en su límite el arranque de un arco, posiblemente correspondiente a otra entrada. Ello, junto al hecho de que dicho paramento presenta la misma estructura y características constructivas que el resto del edificio, ha llevado a plantear la hipótesis de que en origen podría tratarse de un edificio de dos naves contemporáneas, hecho realmente extraño en las construcciones románicas.

El interior de la iglesia, que exhibe una gran sobriedad decorativa, combina las paredes que se muestran con piedra vista con zonas cubiertas con revestimiento posterior. El ábside está enmarcado por un estrecho arco presbiteral de medio punto, el cual se apoya en una moldura rectangular. La nave se cubre con una bóveda de cañón y está estructurada en tres tramos delimitados por tres arcos fajones que arrancan de otra imposta rectangular que culmina las pilastras en la que se apoyan. El más cercano al ábside presenta una mayor anchura en su parte inferior y dispone de una repisa de forma cuadrangular a media altura de la pilastra. Los dos arcos formeros de medio punto del primer tramo dan paso a sendas capillas laterales que en la actualidad desempeñan funciones distintas, la del lado de la Epístola está presidida por un altar, mientras que la del Evangelio se utiliza como sacristía. En el coro, que se encuentra a los pies del templo, sobre la portada, hay una abertura que facilita el acceso al campanario.

Las peculiaridades formales y constructivas sitúan la iglesia de Santa Maria de Vernet como una obra característica de las formas difundidas y desarrolladas en numerosos edificios de la Noguera durante el siglo xi y principios del siglo xii. La espadaña se ha considerado como obra también románica resultado de una reforma realizada durante el siglo xii, como pone de manifiesto el diferente material utilizado.

Texto y fotos: Helena Soler Castán- Planos: Marc Santacreu Ortet

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 176-177; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, pp. 430-431.