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Fachada sur de Sant Miquel de Castelló de Farfanya

Identificador
25069_01_003
Fecha
Cobertura
41.8204708,0.7254335
Idioma
Autor
Raquel Cardona Segura
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Miquel de Castelló de Farfanya

Localidad
Castelló de Farfanya
Municipio
Castelló de Farfanya
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Miquel de Castelló de Farfanya

Descripción

CASTELLÓ DE FARFANYA

Iglesia de Sant Miquel de Castelló de Farfanya

En el centro de la Plaza Mayor de Castelló de Farfanya, caserío que conserva trazas de su antiguo aspecto medieval, se sitúa la iglesia dedicada a san Miguel. La primera noticia que se conoce del templo aparece en un documento de establecimiento de paz y de tregua de Dios, fechado en 1187, que otorgó el conde Ermengol VIII con el reconocimiento de Berenguer de Vilademuls, arzobispo de Tarragona, y de Arnau de Preixens, obispo de Urgell, para realizar el juramento de los preceptos en las iglesias de Santa Maria de Agramunt y de Sant Miquel de Castelló de Farfanya. Anteriormente, sin embargo, se hacía referencia en general a las iglesias del municipio que fueron donadas a la colegiata de Àger desde 1108, antes de la conquista cristiana del lugar.

 

El templo, que se conserva en buen estado, ha sufrido importantes modificaciones posteriores a la época románica, pese a ello, mantiene parte de su fisonomía original, como el muro meridional exterior, lienzo exento de decoración que presenta tres sencillas aspilleras a diferentes alturas y cuyo elemento más destacable es la portada de acceso al templo, realizada en una fase muy tardía, que incluso ha sido relacionada con la manera de hacer de la escuela de Lleida. Se trata de una portada con arco de medio punto formado por alargadas dovelas y enmarcado por cuatro arquivoltas, de las que la inferior está constituida por dos toros y una escocia; la siguiente por un baquetón sobre el que superpone un friso de arcos apuntados decorados con bajorrelieves con motivos geométricos y vegetales; la tercera es similar a la primera, pero con tres toros y una escocia, y, finalmente, la exterior aparece decorada con puntas de diamante. Estas arquivoltas se apoyan sobre capiteles de forma troncocónica invertida, que presentan mayoritariamente una decoración labrada con escaso relieve y basada en motivos vegetales, salvo dos de las cestas, que incorporan elementos figurativos. En el segundo capitel, desde el interior, del lado de poniente se representa a un ciervo con otros dos cuadrúpedos, uno sobre él, de lomo arqueado y estilizado, posiblemente un perro, y otro debajo, que bien podría ser un segundo cánido, bien su cervatillo en actitud de mamar. En el lado opuesto, en la pieza interior, aparece un personaje junto a un árbol. Podría pensarse que ambas escenas están relacionadas y muestran un episodio cinegético. Una imposta ornada con puntas de diamante recorre horizontalmente la portada sobre los capiteles. Tan sólo se conserva uno de los fustes. Se cree que la ejecución de la obra se realizaría a finales del siglo xiii o inicios del siglo xiv, en un marco de tímida evolución hacia las formas góticas que todavía se incluye en un periodo de transición del último románico. La dovela central de esta puerta acceso presenta una inscripción del acta de consagración que se llevo a cabo el año1313 por Arnau Vidal donde se puede leer: Arnaldus Vitalis, presbiter operarius istus eclesie, posuit Iesus lapidem ed posu(i)t signum Eum, en l’an de mcccxiii, es decir, “Arnau Vidal, sacerdote fundacional de esta iglesia donde Jesús puso la piedra y puso esta señal, en el año 1313”. Otros ejemplos de portada similar se encuentran en Santa Maria de Verdú de Lleida, San Miguel de Foces en Ibieca (Huesca), Nuestra Señora de Salas en Huesca, el monasterio de Rueda (Zaragoza), la portada de la catedral de Valencia, la de Sant Martí de Lleida, procedente de El Tormillo (Huesca) o Sant Miquel de Cubells (Lleida). Todas presentan en sus portadas, además de ciertos rasgos estilísticos comunes, motivos ornamentales similares, como la decoración de arquillos sobre baquetón, que también se da fuera del ámbito de la Corona de Aragón, como en Portomarín (Galicia) o en Castillejo de Robledo (Soria).

 

Las reformas que se llevan a cabo durante el siglo xviii cambiaron sustancialmente la estructura del templo, con añadidos tales como una gran capilla a los pies de la nave que ocupa parte de la casa prioral, y que se utiliza actualmente como ayuntamiento, las capillas laterales del lado norte, que se agregan en 1751 y 1777, y la construcción de un ábside barroco, que volvió a ser remplazado por otro nuevo en 1986, y en cuyos cimientos se hallaron los restos de la base del ábside románico semicircular que ahora permanecen a la vista del público, tanto en el exterior, donde se observa que tenía un zócalo, como en el interior. En la restauración que se llevó a cabo entre 1985 y 1986 se encontró lo que se cree que es una ménsula que formaría parte de la cornisa exterior del ábside. Se trata una pieza de arenisca que tiene unas medidas de 18,5 por 43 por 32 cm, en la que hay esculpido, en relieve y de forma muy geométrica, un busto masculino con ojos y nariz rectangulares, boca con cuatro dientes y un cilindro al costado, que podría ser un cuerno, lo que ha llevado a interpretarlo como un demonio. Se ha ubicado cronológicamente entre los siglos xii y xiii. Otra ménsula, expuesta en el nicho de la capilla suroeste, presenta un busto masculino de marcadas cejas, ojos almendrados, nariz alargada, frondosa barba y boca arqueada. Se desconoce su procedencia y filiación cronológica exacta, pero seguramente es posterior. La cubierta de tejas y la espadaña también pertenecen a época moderna.

 

En el interior, muy modificado por las reformas citadas, se aprecian restos de la obra románica en el muro norte. La única nave se cubre con una bóveda de cañón apuntada dividida en tres tramos por dos arcos fajones que descansan sobre grandes ménsulas triangulares, en dos de las cuales aparecen esculpidos sendos escudos. Uno presenta el ajedrezado de los condes de Urgell y el otro, en la sección central, y sólo visible si se sube al coro de madera que lo oculta, incluye las barras de la Corona de Aragón junto a dicho ajedrezado. Fité y Puig han relacionado el ajedrezado con Teresa de Entença, y el compuesto con su consorte Alfonso el Benigno, durante su periodo como condes, entre 1314 y 1327.

 

Las transformaciones a las que fue sometido el templo eliminaron las capillas laterales de época gótica, de las que se conserva tan sólo una en la esquina suroeste, y vestigios de las demás en los muros norte y sur, como restos de dovelas compuestas por un toro y una escocia, molduras, capiteles, o sillares con marcas de cantero. La que más oriental contiene una pila bautismal procedente del templo gótico de Santa Maria. En el resto del paramento se encuentran algunos nichos que se utilizarían para dejar ofrendas y varios mechinales.

 

El material utilizado es sillar de tamaño considerable, bien escuadrado y pulido. Se cree que el templo del siglo xii era la antigua mezquita, que fue consagrada tras la conquista, y que años más tarde, entre finales del siglo xiii e inicios del xiv, en línea con la fecha de 1313 indicada en la inscripción de la puerta de entrada, fue sustituido por un edificio en el que convivían formas góticas con elementos que preservaban, todavía la tradición románica anterior.

 

Por último cabe señalar la existencia de una pila de agua bendita, colocada en la actualidad en la entrada sobre un pie realizado en época moderna, cuyo vaso, de pared lisa y toba, tiene forma gallonada conformada por seis lóbulos, así como la existencia de una cruz procesional gótica forjada en hierro, que se cree que perteneció a este templo y que se conserva en el Museu Diocesà de Lleida con el número de inventario 682.

 

Texto y fotos: Raquel Cardona Segura

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 344-345; Fité i Llevot, F. y Puig i Sanchís, I, 2009, pp. 11-34.