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Bóveda del interior hacia la cabecera

Identificador
31192_02_109
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 47' 57.14'' , -1º 35' 40.86''
Idioma
Autor
Mercedes Orbe Sivatte
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Badostaín
Municipio
Egüés
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
EN EL CENTRO DE LA POBLACIÓN se localiza la parroquia de San Miguel, cuya fábrica ha sufrido importantes alteraciones a lo largo del tiempo, lo que ha determinado la coexistencia de elementos medievales y barrocos. La última intervención tuvo lugar entre 1987 y 1988, momento en el que se hizo una nueva cubierta, se suprimió el recrecimiento de ladrillo con su correspondiente alero y se derribó una sencilla construcción que ocultaba la portada. A raíz de estas obras el exterior se ha dignificado y saneado, por lo que hoy luce armonioso y unitario en su aspecto gracias al predominio de la piedra; sin embargo, todavía es perceptible un cambio de obra sobre las ventanas y la coexistencia de paramentos de sillería de diferentes cronologías en sacristía, capillas y contrafuertes, evidencias todas ellas de una historia constructiva compleja. Este exterior, tan alterado, sin duda corresponde en su núcleo a una construcción tardorrománica, como lo indica la portada abierta en el muro meridional del tramo que sigue al coro. Aparece encajada entre contrafuertes y protegida por un tejadillo, producto de la última restauración (mide su vano 1,47 m y el resalte 3,57 de frente por 0,82 de profundidad). Nos encontramos ante una portada muy simple, constituida por tres platabandas de medio punto con sus correspondientes pies derechos y chambrana. La decoración se reduce a ésta última y su moldura de apoyo a manera de cimacio. En la chambrana se engarzan curiosos diseños de seudopalmetas inscritas abiertas por la parte superior y separadas por gavillas de tres tallos con botón central. En el cimacio de la jamba izquierda flores cuatripétalas susceptibles de prolongación en un diseño sin fin encierran rosetas cuatrifoliadas. En el de la derecha se adivinan un animal de larga cola y dos patas, y un león, aunque el deterioro de este último aconseja ciertas reservas en la identificación. La sencillez de esta obra dificulta su clasificación cronológica, aunque bien podemos decir que se ajusta a postulados tardorrománicos, con cierto avance en la interpretación del escaso repertorio decorativo, por lo que proponemos el primer tercio del siglo XIII como momento de su ejecución. Del interior remite a la fábrica medieval el espacio de la nave (20,05 x 3,93 m), con sus tres tramos, no así la profunda cabecera recta y las capillas que la anteceden. Elementos que se emplean en el tardorrománico son los arcos apuntados, tres en la nave, sobre ménsulas lobuladas, que sin embargo articulan distintos diseños de bóveda. A una intervención moderna corresponden los tres tramos de lunetos, si bien el cañón apuntado de la cabecera no parece genuino por la altura que alcanza. Bajo el coro se conserva la pila bautismal, en parte oculta por el recrecimiento del suelo, que deja a la vista un corto fuste poligonal, capitel liso y gran taza gallonada.