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Detalle de la articulación de los muros por arcos ciegos

Identificador
40242_01_015
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 19' 1.44" , -4º 22' 4.49"
Idioma
Autor
Raimundo Moreno Blanco
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita del Santo Cristo de San Mamés

Localidad
Campo de Cuéllar
Municipio
Cuéllar
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SITUADA A 1 KM al este de la población, se accede a ella por medio de un camino carretero en buen estado, quedando rodeada de distintas explotaciones agrícolas. A juzgar por las dimensiones de los restos conservados, bien podría tratarse de la iglesia parroquial del desaparecido poblado de “Pelegudos”, del que existen vestigios y tradición oral en Campo. Se trata de los restos de una cabecera -con el clásico presbiterio recto, dividido por un fajón, y el tramo curvo- que se utiliza como ermita para la veneración de la talla del Santo Cristo. A pesar de haber desaparecido por completo el cuerpo de naves, hay que destacar su buen estado de conservación, alejado de excesos “restauradores”. Al exterior, y sostenido por un zócalo de cal y canto, se yergue el muro poligonal de nueve lados. Decorado en tres niveles con arquerías de medio punto y recuadros. Los dos registros de base ocupados por los mencionados arcos, más bajos y doblados los inferiores; más esbeltos los superiores y enmarcados por alfices junto a frisos de esquinillas. En esta altura, los más próximos al tramo recto son también doblados. El último registro se forma mediante recuadros al modo de San Esteban, San Martín o San Andrés de Cuéllar, ejemplos que sigue en su disposición y cronología. Por encima corre una potente cornisa, sustentada con modillones, formados mediante la superposición de tres ladrillos a tizón. El tramo recto se anima con arcos simples en las dos primeras alturas, con la anterior diferencia de tamaños. Los dos registros superiores siguen la pauta del ábside. En esta zona, la cornisa juega con piezas horizontales entre otras a sardinel. Al oeste queda cegado el arco triunfal, de triple rosca y ligeramente apuntado, donde ladrillos en nacela hacen las veces de capiteles y queda al descubierto la fábrica interior de la construcción de cal y canto. No hay vanos de iluminación. Tras ser cegado el triunfal para el uso como ermita, quedó al descubierto una galería que, embutida en el interior del muro, desemboca en el trasdós de las bóvedas y cuya función sería la de acceso a la espadaña, dando lugar a un pasadizo repetido en Melque, Rapariegos -ermita del Santo Cristo-, Pinarejos, y, probablemente, en la ermita de Santa Águeda de Carbonero el Mayor, según el profesor Ruiz Hernando. El interior se encuentra totalmente enjalbegado. El tramo recto queda dividido en dos por un fajón doblado que arranca de capiteles en nacela, articulándose el muro mediante arcos ciegos. El último tramo se cubre con bóveda de cuarto de esfera, a la que da paso otro fajón doblado que ha tenido que ser reforzado por un tirante.