Identificador
09300_01_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 41' 56.95'' , - 3º 55' 38.88''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Roa
Municipio
Roa
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA, antigua colegiata, conserva del período románico el arranque de la torre y la portada occidental que está en su base; el resto del edificio responde a fases constructivas góticas y sobre todo renacentistas. La torre, a los pies de la iglesia, permaneció completa hasta el siglo XIX, centuria en la que ardió al menos tres veces. La iglesia fue incendiada en 1814 por los franceses, en 1835 fue el cura Merino el que provocó la quema -por haberse refugiado allí partidarios del bando realista- y en 1840 un nuevo incendio fue ejecutado por los carlistas. Éste fue el suceso que más afecto a la torre y que provocó su hundimiento. La reconstrucción se abordó entre los años 1888 y 1891, y aunque se supone que se reaprovecharían los sillares románicos, este punto no ha podido ser verificado por la porosidad de la piedra, que impide apreciar cualquier señal de marcas de cantero o labra. Sólo hemos podido distinguir dos marcas idénticas, formadas por dos XX unidas, en el muro meridional del arranque de la torre. La portada, a ras de muro, consta de cinco sencillas arquivoltas de medio punto, las dos de los extremos con bocel en la arista, la segunda y cuarta cortadas a chaflán y la tercera con las dovelas cuadrangulares, trasdosándose el conjunto con una chambrana de doble bocel. Los cimacios son lisos, a excepción del más meridional, en muy mal estado de conservación, pero en el que se adivina una flor inserta en un círculo y donde el uso del trepano deviene en abuso. Han desaparecido los capiteles de las columnas septentrionales, mientras que de las meridionales se conservan tan sólo algunos restos, aunque suficientes para denotar cierta calidad artística. Así pueden verse en el más interior restos de un ángel lancero, con un ala surgiendo en el otro extremo de la cesta, por lo que cabe deducir la representación de San Miguel alanceando al dragón. En el capitel contiguo se aprecia parte del cuerpo de un animal cuadrúpedo, en abultado relieve. Apoyan las cestas sobre cuatro jambas acodilladas, la primera y la segunda con columnas que arrancan desde un plinto, con basa formada por una escocia y un toro. Algunos restos de escasa entidad, aparecidos en el desarrollo de las labores agrarias y tal vez pertenecientes a la construcción románica, se conservan en casas particulares.