Torre d'Esperra
Torre de l’Esparra
La Torre de l’Esparra es una antigua casa fuerte que se levanta en una colina en el pueblo homónimo, situado a 10 km de Riudarenes. Se accede a ella tomando la carretera GIV-551, y una vez llegados a la pequeña localidad, se sigue por un camino sin asfaltar y de difícil acceso. Se conserva, aunque en estado fragmentario, una torre de grandes proporciones, y también vestigios de lo que fueron otras dependencias de la fortificación. Es una de las torres de vigía de la comarca de la Selva mejor conservadas, a pesar de su estado de abandono.
La primera noticia que se tiene de la torre data del 1294, momento en que el rey Jaime II obliga a Ponç Hug IV de Empúries a abandonar el asedio al cual estaba sometiendo a la torre de l’Esparra. Jurisdiccionalmente, la torre dependía del castillo de Argimon, que era propiedad de los vizcondes de Cabrera.
Se trata de una torre de planta cuadrangular, con dos pisos, de unos 10 m de altura, alrededor de la cual perviven los restos de algunas estructuras que habrían formado parte de un recinto murado, u otras dependencias de la fortificación. El aparejo de la torre está formado por sillares de piedra granítica mal desbastados y de proporciones irregulares, mientras que en las esquinas los muros están reforzados con bloques bien tallados, formando unas paredes que llegan a los 2 m de grosor.
La torre dispone de dos puertas de entrada adoveladas de arco de medio punto en el muro oeste (una en el primer piso y la otra en el segundo). Se conservan elementos defensivos como numerosas aspilleras (un total de 17), y el agujero de acceso al segundo piso, al que se subía con una escalera móvil. La bóveda de cañón que cubre el primer piso se conserva también intacta, pudiéndose apreciar en ella todavía las marcas del cañizo de la cimbra.
Por sus características, se podría considerar que se trata de una construcción del siglo xii o principios del xiii. Se asemeja a otras fortificaciones de la región, como la torre de Sant Joan en Osor (peor conservada) o la torre de Grions en Arbúcies, de estructura especialmente parecida.
Texto y fotos: Marina García Carbonell