Iglesia de Sant Jaume de Malagarriga

Malagarriga se encuentra al Sur de Cardona, desde donde se llega por la carretera C-55, desviándose a la derecha entre los kilómetros 56 y 57. La iglesia dedicada a Santiago se encuentra junto a la masía de Malagarriga.

En 989, Ató y su esposa Trudgarda hicieron donación de dos terrenos y unos molinos ubicados en Malagarriga, aunque el lugar no aparece expresamente mencionado aún en el documento. En 1050, Adalais, en su testamento, mencionaba el dominio útil de unas propiedades en Malagarriga, que cedía a su hijo Ramon. El templo no aparece citado en la documentación hasta 1291, cuando recibe una donación.

El edificio presenta una planta, compuesta por un ábside semicircular y una nave rectangular, que en el curso de reformas de época posterior fue transformada con la adición de sendas capillas laterales, una sacristía en el lado norte de la cabecera y un cuerpo en la esquina noroeste del que arranca la torre campanario. En el mismo momento, o quizá algo más tarde, se tapió el cementerio anexo al templo, que quedó integrado en el interior del conjunto. El paramento exterior del ábside es liso, y en el mismo se abren dos ventanas, una en el centro, de doble derrame, arco de medio punto y alfeizar monolíticos, y la otra, rectangular, en el lado sur. Tanto esta última, como la situada en el lado meridional del tramo presbiterial, también rectangular, son fruto de las reformas posteriores. En los muros orientales de la capilla sur y de la sacristía se reutilizaron sendas ventanas, más pequeñas que la del ábside, pero de características similares a ésta. La puerta, que se encuentra en el tramo occidental del muro sur, está formada por un arco de medio punto de grandes dovelas, las cuales testimonian su factura posterior. En este paramento meridional, se conserva la moldura biselada bajo la cornisa primigenia, lo que pone de manifiesto que este lienzo fue sobreelevado. El aparejo utilizado en el ábside y el muro sur está formado por sillares de buen tamaño, bien labrados, escuadrados y pulidos, y dispuestos en hiladas uniformes.

En el interior, la nave central está cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, de notables dimensiones. Por su parte, el ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera. Todo el espacio interior, que actualmente es utilizado de almacén, fue reformado en época tardía, mediante la incorporación de elementos decorativos propios de los siglos xvii y xviii. El estado del interior amenaza ruina y exige una intervención que evite el derrumbe del techo, del que ya han caído fragmentos de su recubrimiento.

Se ha situado la construcción de este edificio en el siglo xii.

Texto: Juan Antonio Olañeta Molina / Francesc Rodríguez Beltrán - Fotos: Francesc Rodríguez Beltrán - Planos: Eva García Luna

Bibliografia

Bolòs i Masclans, J., 2006, pp. 105, 173-174, 181-182, 192-194 y 214-217; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 263.