Sant Pau de Terrasola
LLADURS
Iglesia de Sant Pau de Terrassola
Terrassola, situado en la mitad suroccidental de Lladurs, constituye una de las entidades de población más antiguas del municipio. De lo que debió de ser el núcleo poblacional, hoy en día deshabitado, destaca el templo de Sant Pau, actualmente en ruinas, que se erige a pocos metros de los restos del castillo. Para llegar desde Solsona se debe tomar la carretera C-26 en dirección a Bassella y desviarse hacia Hostal de la Cirera, desde donde se proseguirá a pie por un sendero.
La parroquia de Terrassola es mencionada entre las propiedades de La Seu de Urgell en el acta de consagración apócrifa de su iglesia. La iglesia de Sant Pau debió de funcionar como iglesia parroquial del lugar, si bien, algunos autores la sitúan entre las sufragáneas de Santa Eulalia de Timoneda. Sea como fuere, el conjunto es citado en diversos documentos entre los siglos xi y xii. Es el caso de la venta de un alodio en 1052, donde se hace constar Sancti Pauli de Terracola como limite territorial. En este momento pertenecía a los señores de Terrassola, Berenguer Ramon de Puigverd y su mujer Sicarda, que en 1103 la incluyeron en el reparto de sus tierras entre las canónicas de La Seu d’Urgell y de Solsona. Sin embargo, la posesión del castillo y sus tierras, incluyendo la iglesia, fue reclamada por Berenguer Ricard que, finalmente, en 1106, renunció a ellas a favor de las dos canónicas. La de Solsona pasaría a ostentar definitivamente su propiedad, confirmada por la tercera acta de consagración de su iglesia (1163). Por último, a finales del siglo xii, el templo volvía a aparecer como beneficiario de una donación efectuada por Pere de
El estado de conservación del edificio es en la actualidad bastante deficiente, hecho que se puede atribuir a la despoblación de Terrassola a principios del siglo xx. Parte de la bóveda que cubría la nave ha desaparecido y en diversos sectores se aprecian claros signos de ruina, sobre todo en el interior. Además, el templo sufrió diferentes intervenciones en época moderna, que fueron modificando la fábrica original románica.
A pesar de ello, se puede constatar que se trata de una iglesia de nave única y cabecera plana, la cual debió de sustituir al ábside semicircular románico cuando, en una campaña posterior, se alargó el templo hacia el Este. En el exterior, se distinguen dos partes diferenciadas. El sector noroccidental, que incluye parte del frontis, el campanario y la mitad oeste de la fachada septentrional, ha sido atribuido a la etapa constructiva románica. Presenta sillares desbastados, de tamaño medio, y dispuestos uniformemente en hiladas. Entre estos elementos, es preciso destacar el campanario, de planta cuadrada y adosado a la fachada occidental, el cual consta de un solo piso, en cuyo registro superior se abren sendos vanos bajo arco de medio punto dovelado. En las paredes del mismo, Mateo Vidal y Montserrat Vilaseca documentaron la existencia de saeteras, que actualmente se hallan parcialmente ocultas entre la abundante vegetación que rodea la torre. Desde un punto de vista formal, el campanario puede relacionarse con el de la iglesia de Sant Esteve de Olius, o con el de la iglesia de Santa Eulalia de Cases de la Posada, en Navès. También mantiene puntos de contacto con el piso superior de los campanarios de la iglesia de Santa Eulalia de Timoneda y de la catedral de Solsona, construidos, todos ellos en época moderna.
El resto del conjunto, resultado de modificaciones posteriores, muestra un aparejo constituido por sillares de mayor tamaño, aunque un tanto irregulares. Entre las diversas intervenciones acaecidas en el conjunto cabe mencionar la anexión de tres potentes contrafuertes en fachada septentrional, en el sector del muro que se considera románico, cuya presencia no ha evitado el derrumbamiento de la parte exterior del mismo en la esquina noroeste. Tampoco se puede atribuir a la fase constructiva románica la fachada meridional, donde se abre la puerta que da acceso al templo, con doble arco de medio punto dovelado en degradación, y tres ventanas de derrame único, aunque de perfil muy distinto: una ovalada, una cuadrada y otra circular. Finalmente, cabe recordar que la nave fue en algún momento sobrealzada, como lo demuestra la divergencia de aparejo en los muros exteriores.
Del interior del templo no se ha conservado ningún vestigio de la fase constructiva románica. Incluso la bóveda, realizada en piedra toba y de perfil apuntado se considera correspondiente a una intervención posterior. También deben serlo las capillas que se abren en los muros laterales y el resto de elementos arquitectónicos.
Sencilla en su estructura, la iglesia de Sant Pau de Terrassola se presenta como un edificio románico de cronología imprecisa –siglo x o xi- dada la ausencia de argumentos ornamentales y la simplicidad de su planta.
Texto y fotos: Nuria Trigueros Beltrán
Bibliografía
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