Castell de Rubió
FORADADA
Castillo de Rubió
Dominando parte del curso del río Segre, en lo alto de una escarpada peña al Noroeste del pueblo abandonado de Rubió de Baix, también conocido como Rubió de Sòls, se levantan los restos del castillo. Para llegar al mismo desde Foradada, se debe salir por la carretera LV-9138 en dirección a Montsonís y seguir unos 5 km en sentido noroeste por un camino rural. Una vez en el caserío en ruinas se ha de acceder por el Este, donde se encuentra la zona más llana del risco.
El origen de esta fortaleza se remonta a época islámica, en el siglo ix, en el marco de la política militar que los Banu Qasi impulsaron para evitar el avance cristiano en la frontera superior. Sin embargo, la primera referencia escrita data de 1018. En la misma, una donación que Ramon Borrell, conde de Barcelona, y su mujer Ermessenda realizaron al monasterio de Sant Serni de Tavèrnoles, el castillo es citado como castro Rubione. Años más tarde, en una conveniencia pactada entre Ermengol II de Urgell y Berenguer Ramon I, entre 1018 y 1023, aquel reconocía el poder de éste sobre Rubiones, entre varios territorios en feudo de Arnau Mir de Tost, quien también firmó el acta.
De la fortaleza subsisten diversos restos, correspondientes a antiguas murallas y otro tipo de estructuras defensivas, dispuestos de Este a Oeste. El elemento más destacable es la torre principal que, aunque ha perdido casi la totalidad del muro norte y parte de la pared oeste, conserva su estructura original formada por un cuerpo rectangular de unos 8,2 por 7,3 m y una altura total de 9,5 m. En el paramento, que se presenta libre de ornamentación, como es frecuente en este tipo de edificios, tan sólo son perceptibles dos aspilleras simples en el muro sur.
El acceso se debería de realizar por la puerta en altura del muro este, hoy parcialmente derruida, en la que todavía se puede ver el quicio. Una vez en el interior es posible distinguir diversas dependencias distribuidas en dos niveles, uno inferior y la sala principal. El primero de ellos es una sala rectangular dispuesta en sentido Este-Oeste, con unas medidas de 8,2 x 2,4 x 2,3 m, cubierta con bóveda de cañón, en la que quedan los vanos donde se colocarían unos listones de madera que coinciden con la pared de enfrente y un conducto pétreo para la canalización del agua, inclinado hacia el interior y labrado en un solo bloque monolítico que sobresale en el muro norte. Este espacio, por su tipología, parece ser un aljibe de tradición árabe, elemento característico de las fortalezas hispano-musulmanas. El acceso al mismo se debería realizar por el orificio abierto al Este, aunque ahora es posible acceder por poniente tras el derrumbe del muro.
La sala principal, de unos 6 m de altura, está cubierta con una bóveda de cañón apuntada y se distribuiría en cuatro habitaciones, dos de mayor tamaño al Sur y otro par de menores dimensiones al Norte, de las cuales queda la base de la pared divisoria central. Son numerosas las cavidades o nichos que se hallan en el perímetro de las paredes que quedan en pie, una hilera de mechinales y una chimenea realizada con posterioridad en el muro de mediodía.
A occidente parece quedar la base de lo que fue una torre de vigilancia cuadrangular, varias partes de muralla y a oriente, cerca de la capilla del castillo, los restos de una planta rectangular indican que había un cuerpo cerrado.
Aunque en algunas zonas se utilizan sillares bien escuadrados, predomina en toda la construcción el uso del sillarejo, cubierto con una capa de revoco en algunas partes, y colocado a tizón en otras.
Se ha datado el edificio a finales del siglo xii, o comienzos del xiii.
Textos y fotos: Raque Cardona Segura
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 373-380; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 365-366; Fité i Llevot, F., 1986a, II, pp. 748-753; Fité i Llevot, F., 1993, p. 105.