Sant Martí d'Urtx
Iglesia de Sant Martí d’Urtx
La localidad de Urtx se ubica al amparo de los contrafuertes de la sierra de Llansanes, por cuyo valle discurre el riachuelo de Urtx, que más adelante desemboca en el Segre y que propicia un entorno con campos de cultivo de cereales y para el pastoreo. La parroquia de Sant Martí preside una pequeña plaza que hay justo en la entrada del pueblo, al que se llega fácilmente desde la N-260, que pasa justo por su lado.
La iglesia no aparece citada en el acta de consagración de la Seu d’Urgell, pero sí la encontramos documentada en el año 1119, cuando el obispo urgelitano Ot la donó al priorato canonical de Santa Maria de Serrabona, en el Vallespir. La donación sería confirmada luego por los obispos Bernat (1151) y Arnau de Preixens (1174). Es de suponer que el templo sufriera el pillaje de las tropas feudales del vizconde Arnau de Castellbò a finales del siglo xii, pues se conoce que su párroco fue retenido hasta que pagó los 100 sueldos requeridos para su liberación. En época moderna, en los inicios de la Guerra Civil, fue quemada una imagen de la Virgen probablemente del siglo xiv, que se conoce gracias a fotografías y antiguas descripciones; desapareció también una cruz procesional de plata del siglo xvii.
Sant Martí es una construcción del siglo xii que ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de los siglos, lo que dificulta su análisis. Consta de una sola nave de planta trapezoidal, cerrada por un ábside semicircular que ha sufrido muchas modificaciones. Los muros laterales, también modificados, son paralelos, pero la fachada occidental está ligeramente desviada, excede unos 70 cm en altura a la cubierta de la nave, y tiene adosada una torre campanario de época muy posterior.
El edificio tenía adosada una casa rectoral, cuya construcción perjudicó el muro norte, la cual fue derruida hace unos años haciendo necesaria la reconstrucción de dicho muro; en la pared de mediodía se observa una ventana tabicada, que no conserva el arco. En la parte baja de la fachada de los pies encontramos la pieza más interesante del edificio, que es su portada ; seguramente es la original de la primitiva construcción, aunque habría cambiado su emplazamiento; se trata de una estructura de piedra granítica con el vano en forma de arco de medio punto, compuesto por dos arquivoltas en disminución; la interior está formada por un bordón, mientras que la exterior conserva motivos escultóricos: hay cuatro caras talladas a bisel, dos en cada lado, y una cabeza de buey en el centro; completan el conjunto varios motivos ornamentales, a modo de pequeñas pirámides o de rosetas.
Texto y fotos: MONTSERRAT JORBA I VALERO – Planos: JOSÉ MIGUEL RODRÍGUEZ MANJÓN
Bibliografía
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