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Vista general de Sant Adreu d’Oliveda

Identificador
17102_09_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.365123, 2.754177
Idioma
Autor
Carmen Ropero Mochales
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

San Andreu d'Oliveda

Localidad
Oliveda
Municipio
Maçanet de Cabrenys
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Adreu d’Oliveda

Descripción

Iglesia de Sant Adreu d’Oliveda

 

La vecindad de Oliveda (Olibeta, siglo xi; Oliveda, siglo xii), está situada a unos 3 km al sur del municipio de Maçanet de Cabrenys, en una suave elevación a la derecha del río Arnera. Se accede por una pista asfaltada que parte del km 11,5 de la carretera GI-503, y que tras recorrer unos 3 km nos acerca a Oliveda.

 

La iglesia de Sant Andreu pertenece al obispado de Girona, y está incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Está ubicada actualmente en un recinto privado, junto a una masía reconvertida en segunda residencia, y sólo se puede acceder concertando la visita o en los escasos días en que se celebra el culto.

 

La primera referencia escrita al lugar data del año 951. Aparece como posesión del monasterio de Sant Pere de Camprodon, donada por el conde Guifré II de Besalú. Más adelante se vuelve a citar en una bula del papa Benedicto III otorgada en 1017 a favor de dicho monasterio (ipsa villa de Olibeta cum ejus Ecclesia cum decimis et primitiis, et oblationes fidelium). En el acta de consagración de la iglesia abacial de Camprodon, datada en 1169, se nombra también entre sus propiedades la ecclesiam sancti Andreae de Oliveda con sus diezmos, primicias y oblaciones.

 

Debemos remontarnos al año 1306 para hallar una nueva mención, que describe el visto bueno episcopal para la venta de la octava parte del diezmo de unos mansos de dicha parroquia llevada a cabo por Ermessenda de Cabrera y su hijo Arnau, a Ramon Quintana. Sabemos también que Pere Maçanera, clérigo del santuario de Santa Maria de la Fau, poseía la octava parte del diezmo, ya mencionada, que le había asignado como feudo el obispo. Según los nomenclátores de 1362 y de finales del siglo xiv, el templo seguía teniendo la consideración de parroquia, pero luego, debido a la despoblación progresiva de la zona en los siglos posteriores, perdió esta condición y pasó a ser sufragánea de Sant Cristòfol dels Horts, en 1566. El edificio fue decayendo hasta que en 1966 se restauró por iniciativa popular.

 

La edificación responde a periodos constructivos muy diferentes que complican su lectura. Su estructura nos remite al prerrománico presente en iglesias cercanas como Sant Feliu de Carbonils, en el término de Albanyà, o Sant Briç de Tapis y Sant Pere dels Vilars, pertenecientes al mismo municipo de Maçanet, La nave rectangular, presenta un tramo de bóveda de cañón y el resto a base de lunetos, mientras que el ábside, también rectangular, es ligeramente de inferior anchura que la nave, y presenta la bóveda con perfil rebajado en su primer tramo y de cañón en el segundo. Comunica con la nave por un pliegue que forma gradación con la misma.

 

El edificio posee dos ventanas de doble derrame con arco de medio punto monolítico, una en el centro del ábside, y la segunda en el imafronte o fachada de poniente. Además cuenta con aspilleras en el muro sur y en el ábside, justo encima de la de doble derrame ya mencionada. La puerta de acceso del muro de mediodía, es rectangular y de época tardía. Por otra parte, el muro de la fachada oriental está sobre elevado y rematado por un campanario de espadaña de una abertura, también atribuible a la etapa posterior del edificio.

 

El interior, muy reformado, sorprende por la elevación de la bóveda del ábside que nos muestra una ventana no visible desde el exterior. Del mismo modo llama la atención la reconstrucción de la bóveda de la nave y el banco corrido de parte del muro lateral de la epístola.

 

El aparejo externo de buena parte del ábside y del muro norte destaca por los sillares de piedra granítica, de buen tamaño, con tendencia a formas cuadrangulares, dispuestos en hiladas regulares. Su corte no está bien labrado y da la sensación de que han sido recolocados pues sólo son visibles en el exterior. El aparejo del interior y del resto del edificio es a base de sillarejo sin trabajar, trabado con mortero. En las esquinas encontramos sillares de granito de gran tamaño.

 

Como conclusión podemos deducir que el templo primitivo se podría clasificar como prerrománico, con una datación aproximada entre los siglos viii y ix por el tipo de estructura absidal y por el aparejo, similar a las iglesias de Sant Quirze d’Olmells (Llers) y Santa Fe dels Solers (Sant Climent Sescebes). No obstante, el edificio sufrió transformaciones en el siglo xi y en la segunda mitad del xii.

 

 

 

Texto Montse Jorba i Valero – Fotos: Carmen Ropero Mochales – Planos: Núria Dolors Vila Costa

 

 

Bibliografía:

 

Badia i Homs, J., 1974, pp. 60-62; Badia i Homs, J., 1975, pp. 50-51; Badia i Homs, J., 1977, p. 24; Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A, pp. 257-258, 263; Barral i Altet, X., 1981, p. 268; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, pp. 564-565; Pons i Guri, J. M., 1964, pp. 36, 68; Roura i Sabà, P., 1997, pp. 6, 9, 12-13, 18.