Identificador
24414_01_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 28' 2.28'' , -6º 26' 12.63''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Espinoso de Compludo
Municipio
Ponferrada
Provincia
León
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA PARROQUIAL está bajo la advocación de San Miguel, aunque el patronazgo del pueblo lo ejerce San Mamés, quien debió tener una ermita en las proximidades, pero que ya ni siquiera menciona Madoz. Se ubica en el extremo sur del casco urbano, allí donde la ladera se quiebra en rápido ascenso. Construida íntegramente en mampostería de esquisto, es de planta de salón, de tres tramos -uno de los cuales ejerce de capilla mayor-, con bóveda de cañón sostenida por dos arcos fajones, todo completamente revocado. Al norte se adosa la sacristía y una torre prismática cubierta con bóveda cónica, bajo la que se aloja el antiguo baptisterio. En el paramento meridional se halla la portada, bajo un pórtico que cobija también la antigua troje de diezmos, hoy convertida en trastero . Dadas las características del templo no resulta fácil concretar épocas y etapas constructivas y deslindar lo románico de reformas posteriores. Tal vez parte de la caja de muros pudiera haber sobrevivido desde aquella etapa medieval, aunque es muy posible que sólo una ventanita y la portada, ambas en el muro sur, se remonten a época románica, reaprovechadas en la reconstrucción moderna, como ya apuntó Cosmen. La ventana, actualmente cegada en su parte interior, es de arenisca y se halla en el segundo de los tramos de la nave. Presenta saetera rectangular -que curiosamente no remata en arco- con amplio abocinamiento, enmarcada por arco de medio punto que apoya en sendas columnas, con las típicas basas de dos toros y escocia central sobre plinto, y capiteles vegetales, el derecho decorado con hojas planas y lisas, rematadas en pequeños rizos o bolas, y el izquierdo -semitapado por el muro de la troje- de similares características pero con gruesa bola en el ángulo. En ambos casos no existe el habitual cimacio. Al menos una ventana similar debía completar en origen la iluminación de la nave románica, pero no se ha conservado, si bien en el muro de la actual cabecera se aprecian restos de lo que debió ser un primitivo vano, en disposición simétrica al descrito, que posteriormente fue cegado y después parcialmente roto por el ventanal que actualmente da luz a la capilla mayor. Aún así tampoco podríamos justificar la filiación románica de ese resto. La portada está formada por un sencillo arco de medio punto, sin decorar, con dovelas de arenisca y chambrana biselada trasdosada por un arco de descarga hecho a base de lajas en disposición radial. Las jambas son simples, con un bloque de esquisto a cada lado y un sector de mampuesto en contacto con los salmeres. Los escasos elementos claramente románicos que conserva el edificio no dejan de presentar, sin embargo, algunas peculiaridades que hacen sospechar que se hallen en su disposición original. La simplicidad de la portada y la particular organización de la ventana inducen a pensar que probablemente fueron piezas reutilizadas del edificio anterior, sustituido por el actual hacia el siglo XVII, en cuyo caso seguramente nada más quedaría de la estructura medieval. Por lo que respecta a su datación, contaríamos por un lado con la hipotética fecha de consagración de mediados del siglo XII -cuyo valor, por las razones arriba aducidas, sería nulo-, y por otro con los capiteles de la ventana, cuya decoración vegetal se relaciona de forma muy estrecha con uno de los que se hallan en la tumba de San Fortis, en la cercana iglesia de Santiago de Peñalba, arquería funeraria que también ha sido fechada en las décadas centrales del mismo siglo XII.