Sant Ponç de Martimà
LA BARONIA DE RIALB
Capilla de Sant Ponç de Martimà
El templo de Sant Ponç forma parte de la masía privada de Martimà, situada dentro de la partida de Sant Martí, en la Baronía de Rialb. El acceso se realiza por la carretera que une Gualter con Folquer, desde la que, tras recorrer unos 10 km, en el desvío de El Puig y Sant Cristòfol, se sigue en dirección a la Masia Massanés. Antes de llegar a la masía, se encuentra una bifurcación señalizada que lleva directamente a Martimà, iglesia ubicada a unos 400 m a la derecha de la pista.
Aunque no se dispone de documentación acerca del templo, el topónimo Maritmà sí que aparece citado por primera vez en 1092, en la donación a la iglesia del Santo Sepulcro de la Seu d´Urgell por parte de Ramon Gerall de una masía llamada Santa Eulàlia, que más tardíamente se conocerá como la masía de la Fabregada, que lindaba por el Sur con Mastima.
La capilla de Sant Ponç está formada por una nave rectangular y un ábside semicircular que presenta una ligera desviación hacia el Sur. Sus dimensiones son bastante reducidas: 4,4 m de ancho por 8,8 m de alto. El ábside ha sido modificado de una forma bastante chapucera, sobre todo en su parte superior. Cuatro lesenas, dos de ellas pegadas al arranque de la nave, se apoyan en el zócalo inferior y determinan tres entrepaños que, originalmente, estaban coronados por sendos frisos de arquillos ciegos, de los que se conservan algunos vestigios. En el entrepaño central, una ventana de doble derrame y con arco de medio punto, formado por dovelas de piedra toba, se encuentra actualmente cegada. En el tramo oriental del liso muro meridional se abren una ventana de doble derrame, arco de medio punto, antepecho plano y jambas formadas por largas losas colocadas verticalmente, y, algo más hacia el Oeste, una puerta formada por un arco de medio punto extradosado con losas planas que enmarcan las dovelas a modo de chambrana. En la clave hay tallada una cruz flanqueada por una inscripción con el año 1856, fecha en la que se pudieron realizar algunas de las reformas del templo, entre ellas la modificación de la propia portada. El muro norte, también liso, no presenta vano alguno. Por su parte, la fachada occidental tiene en su centro una abertura en forma de cruz latina que ha sido parcialmente cegada. La misma está flanqueada por cuatro mechinales a dos alturas, elementos que también se observan dispersos en otras partes del resto de los paramentos del edificio.
El análisis del aparejo de los muros exteriores pone de manifiesto que el edificio fue reformado, de forma bastante torpe, en un momento posterior, quizás debido al deterioro en el que se debía encontrar el mismo, sobre todo el ábside y el muro norte. En estas estructuras se observan dos tipos de aparejo bien diferenciado. Mientras que en la los dos tercios inferiores del ábside y en algo más de la mitad inferior del paramento septentrional, se utiliza, al igual que en los muros sur y oeste, sillarejo de tamaño desigual, toscamente labrado y escuadrado, pero dispuesto de una forma bastante uniforme y unido con mortero, en las partes superiores de ambas estructuras se recurre a piedras apenas labradas, de tamaños muy diferentes, y colocadas de forma muy poco uniforme y sin mortero. En algunas zonas, como en el lado norte del ábside, el contraste entre ambos aparejos resulta evidente. En el muro sur han quedado al descubierto parte de los cimientos.
El interior de la iglesia está completamente cubierto con revoque. El ábside y la nave se cubren con sendas bóvedas de cuarto de esfera y de cañón, respectivamente. Un arco presbiterial facilita el tránsito entre la diferente anchura de ambos espacios. Dos arcos fajones, apoyados en pilastras y situados en el centro y adosado al muro de poniente, refuerzan la estructura de la nave. El suelo está enlosado. Un escalón salva el diferente nivel de la nave y la zona absidal, en la cual se abren tres credencias.
La construcción de este edificio, que presenta ciertas similitudes estructurales con las cercanas iglesias de Santa Maria de la Ramoneda y Sant Pere de la Donzell, se ha datado en el siglo xi.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/ Nuria Font Marco - Fotos: Nuria Font Marco - Planos: Marc Santacreu Ortet
Bibliografía
Bach i Riu, A., Gabriel i Forn, M., 2005, p. 166; Cataluya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 294; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984. pp. 457-458.